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julio 11, 2012

Feo pero con Carácter

        Saludos a todos,

una de las cosas que más nos cuesta es aceptarnos a nosotros mismos.  Pensamos que nuestro valor depende de varias cosas que la cultura en la que vivimos valora: apariencia, conocimiento, posesiones (auto, casa, ropa, dinero, etc.), familia y muchas otras cosas.  Sin embargo tenemos que preguntarnos si eso es lo que nos otorga un valor real.

       Steve Brown, en su libro A Scandalous Freedom (Una Libertad Escandalosa) nos hace ver que esas perspectivas son erróneas.  Sin embargo, nos condicionan y nos limitan.  Es decir nos hacen esclavos.  Dice Steve que hay tres tipos de máscaras: las que mostramos a otros seguidores de Jesús, las que mostramos a los que no son seguidores de Jesús, y las que nos mostramos a nosotros mismos.  Ésta última es la que cito en esta ocasión.  Espero que lo disfruten.

       "¿Qué hace uno con estas máscaras - las máscaras de la irrealidad, de superioridad y de negatividad - que nos quitan la libertad?

       Comienza lidiando con la realidad de quién eres.  Pablo escribió 'Por la gracia que se me ha dado, les digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado (Rm 12:3).'  En otras palabras, Pablo está diciendo, 'No usen las máscaras que se muestran a ustedes mismos.  Al menos sean honestos con ustedes mismos.'  

       Creo que la oración que Dios contesta con más frecuencia es la de los cristianos que preguntan: 'Señor, muéstrame a mí mismo.'

       Permíteme decirte cómo contesta Dios esa oración: Él te muestra cuán amado eres.  Él te muestra su amor - un amor que es absoluto, incondicional, y sin ningún requerimiento para hacerte merecedor de ese amor.

      Después de eso - y sólo después de eso - Dios te mostrará las cosas que necesitas saber acerca de ti mismo.  Tú puedes enfrentar cualquier verdad una vez que sabes que alguien te ama y te valora.

       Cuando recibo cartas críticas de las personas que no conozco, las ignoro.  Pero cuando recibo una carta crítica de alguien que me ama y me ha mostrado su amor, entonces soy libre para escuchar, para evaluar, y generalmente para cambiar de manera positiva.  La diferencia es en la persona que me muestra la verdad.  Una verdadera auto-imagen incluye aspectos positivos y aspectos negativos, pero si no recibimos un aporte positivo inicial de alguien a quien respetamos, nunca podremos enfrentar lo negativo.

       Hace algunos años, hice un programa de televisión en Nueva York.  La productora era atea.  Trabajo en la radio porque mi cara no está diseñada para la televisión.  Tengo una cara perfecta para la radio.  En serio, además tengo una voz decente.  Con frecuencia digo en el programa de radio, 'Si me viera de la misma manera que me escucho, ¡tendría un ministerio en la televisión!'  

       De cualquier manera, la productora me dijo algo que ha significado mucho.  'Steve' dijo ella, 'eres feo, pero tu cara tiene carácter.'  He pensado mucho en ese comentario.  De hecho, he pensado al respecto más de lo necesario.  Su comentario me ha dado toda una nueva perspectiva acerca de mí mismo y de la forma en que me veo.   Antes, pensaba que sólo era feo.  Ahora soy feo con carácter. 

       Ella no lo sabe, pero su comentario desquebrajó la imagen que tenía de mí mismo durante toda la vida, una máscara de mentiras.  Sé que no estoy tan feo en lo que se refiere a apariencia.  Al tiempo que no soy guapo, mi cara en realidad tiene carácter.
  
       Si un mortal pudo hacer todo eso por mí, piensa en la diferencia si el Dios del universo me dijera que soy valioso... tan valioso que él daría a su Hijo para que yo pueda ser libre.  Cada comentario que me devaluó, que me hizo sentir como si no tuviera valor, que me hizo querer huir y esconderme, se desvanecería en la insignificancia a la luz de la verdad que él me dijo.

      Es muy importante que tu auto-imagen provenga de Jesús.  Él nunca te va a mentir, él siempre te va a amar.  No le preguntes a tu enemigo que te diga la verdad acerca de ti.  El enemigo siempre utilizará cada oportunidad para decirte que eres feo y que te cortaron el cabello muy mal.  Ni siquiera le preguntes a alguien que te ama y te mira con ojos de amor.  

      En lugar de eso, ve a Jesús y pregúntale.  Él te ama y te dirá la verdad absoluta.  Él siempre templará la verdad con su bondad y su gracia, y nada que él te muestre cambiará lo que él siente por ti.  Siempre serás valioso para él... y a final de cuentas, es él quien determina tu valor.  Una vez que sepas dos cosas - su amor incondicional y la verdad acerca de ti mismo - descansarás.

       Y serás libre."
(104-106)

      Todos usamos máscaras; unos en mayor medida que otros.  Pensar en quitárnosla nos causa terror.  Pensamos que nadie nos aceptaría porque no tenemos lo que creemos que demandan, o no nos vemos como quieren que nos veamos, etc.  Pero debemos comenzar con nosotros mismos.


       Dios nos ama tal como somos.  No podemos ocultarle nada a él.  No hay nada que seamos o que no seamos; que hagamos o dejemos de hacer, que haga que nos deje de amar.  Eso nos permite ser libres, ser quien somos en él.

       Con la sinceridad que nos da el evangelio y la certeza del amor de nuestro Padre,

Guillermo Bernáldez F.

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