Visitas

free counters

junio 23, 2015

Orando con la mirada en Dios

       Saludos, 

       el pensamiento del día de hoy está basado en la biografía de George Müller titulada An Hour with George Müller (Una hora con George Müller) editada por  A. Sims.  El libro es básicamente una entrevista con Müller cuando éste ya es un anciano de unos 90 años, a la que agrega testimonios de algunas otras personas que lo conocieron. 

       George Müller es conocido por su vida de oración y fe.  Fundó y fue director de varios orfanatorios al rededor del mundo en los que llegó a tener más de 10,000 niños y niñas.  Uno puede imaginar la enorme cantidad de recursos que se necesitan para mantener un proyecto de este tamaño.  Sin ser acaudalado, Müller lo hizo, y nunca pidió dinero para ello.  Sólo oraba, y Dios respondía. 

      Charles Inglis, un evangelista contemporáneo de Müller cuenta la siguiente historia que da testimonio de su vida de oración.  Espero que sea motivante y la disfruten.

       "La primera vez que vine a América hace 31 años, crucé el Atlántico con el capitán de un barco de vapor quien era el hombre más devoto que he conocido; y cuando estábamos cerca de la costa de Newfoundland me dijo: 'Sr. Inglis, la última vez que navegué por este lugar, hace cinco semanas, sucedió una de las cosas más extraordinarias y ha revolucionado toda mi vida cristiana.  Hasta ese entonces, yo era un cristiano ordinario.  Teníamos un hombre a bordo, George Müller, de Bristol. Yo había estado en el puente por 22 horas todo el tiempo.  Me sorprendió que alguien me tocara el hombro.  Era George Müller.

       - 'Capitán', dijo, 'he venido a decirle que tengo que estar en Quebec el sábado por la tarde.'  Esto fue el miércoles.

       - 'Es imposible', le dije. 
       - 'Bien, si su barco no me puede llevar, Dios encontrará alguna otra forma de locomoción para llevarme.  Nunca he roto un compromiso en 57 años.'
        - 'Con gusto lo ayudaría, pero ¿cómo hacerlos?  No puedo.'

       - 'Vayamos al cuarto de los mapas y oremos', dijo.


      

       'Miré a ese hombre y pensé, ¿De qué manicomio habrá salido este lunático?  Nunca he escuchado algo así.'
       - 'Sr. Müller,' dije, '¿Sabe qué tan densa está la niebla?
       - 'No,' contestó, 'mis ojos no están puestos en lo denso de la niebla, sino el Dios vivo, que controla cada circunstancia de mi vida.'

Resultado de imagen para kneel
       Se puso de rodillas y oró una de las oraciones más sencillas.  Pensé, 'Eso estaría bien  para un una clase de niños, donde los niños no tuvieran más de ocho o nueve años de edad.'  Dijo algo más o menos así: 'Oh Dios, si está de acuerdo con tu voluntad, por favor quita la niebla en cinco minutos.  Sabes que tengo un compromiso que tú preparaste para mí en Quebec este sábado.  Creo que es tu voluntad.'

       Cuando terminó, yo iba a orar, pero él puso su mano en mi hombro y me dijo que no lo hiciera.

       'En primer lugar,' dijo, 'tú no crees que Dios lo hará; y, segundo, yo creo que Dios ya ha actuado.  No hay necesidad de que ores por eso.'

       Lo miré, y George Müller dijo esto: 'Capitán, he conocido a mi Señor por 57 años y nunca ha habido un día en el que yo no haya ganado audiencia para el Rey.  Levántese, capitán, y abra la puerta, y se dará cuenta que la niebla ha desaparecido.'  El sábado en la tarde, George Müller estaba en Quebec." 

       Cuando lo leí, me pude identificar con el capitán del barco.  Oro, pero me cuesta trabajo creer que Dios va a actuar.  Lo he compartido porque ha sido una lectura desafiante.  Me siento motivado a orar con una actitud de apertura para aprender a comunicarme mejor con mi Padre.



       Entiendo que no es cuestión de "declarar" lo que yo creo o quiero.  La mayoría de las veces son motivos egoístas.  Se trata de estar en sintonía con el Padre para  poder orar de acuerdo a su voluntad, para su gloria.

       Espero que el ejemplo de este hombre de Dios nos mueva a buscar el rostro de nuestro Padre.

       Orando para que podamos aprender a orar conociendo la voluntad de Dios todopoderoso,

Guillermo Bernáldez F.





junio 09, 2015

Perseverando



       Buen día,

el pensamiento de esta semana viene de un libro titulado On This Day: 365 Amazing and Inspiring Stories about Saints, Martyrs & Heroes (En este día: 365 historias increíbles de santos, mártires y héroes).

       Aunque el libro es de Robert J. Morgan, el texto pertenece en su mayoría a uno de los precursores de la Reforma Protestante del siglo XVI: Jon Hus (también lo pueden encontrar como John), quien escribe una carta a sus feligreses mientras él espera su sentencia de muerte.  Su crimen fue predicar la enseñanza bíblica de nuestra justificación por fe - y no por obras.  Hus muestra su entereza y confianza en la voluntad del Padre.
 
       Espero que sea motivante y que la disfruten. 
 
       "Jon Hus, nacido en un hogar de campesinos alrededor de 1373, se esforzó y terminó sus estudios para después comenzar a enseñar teología en la Universidad de Praga.  Él estuvo expuesto a los escritos de Wycliffe, y en 1402 cuando fue nombrado predicador en la influyente Capilla de  Belén en Praga, sus poderosos sermones relacionados con la justificación por medio de la fe conmovieron a toda la región de Bohemia.  Los oficiales de la iglesia se alarmaron por esto, y en 1414 Hus fue emplazado en Constance bajo los cargos de herejía.  Aunque se le prometió un salvoconducto, fue arrestado rápidamente.  En junio 10 de 1415, escribió a sus seguidores en Bohemia: 

        'Maestro Jon Hus, un siervo en esperanza, a todos los fieles  en Bohemia que aman y amarán a Dios, me encuentro orando para que Dios les conceda vivir y morir en su gracia, y morar por siempre en el gozo celestial.  ¡Fieles y amados, señores y damas, ricos y pobres!  Los animo y exhorto a que amen a Dios, y extiendan su palabra, y que la escuchen y observen de la manera más diligente.  Los animo a que abracen la verdad de Dios, que he escrito y predicado de las santas Escrituras...

       Escribo esta carta en la prisión, atado con cadenas y esperando mañana la sentencia de muerte.  Aun así, confiando plenamente en Dios que yo no me desvíe de su verdad ni acepte los errores, de los cuales soy acusado por testigos falsos.  Qué gracia me ha mostrado Dios, y cómo me ayuda en medio de tentaciones extrañas, sabrán cuando por su misericordia nos encontremos gozosamente en su presencia.  Del maestro Jerome, mi amado amigo, no he escuchado sino que él también, como yo, se encuentra en una desagradable prisión esperando la muerte, y eso como resultado de la fe que tan vehementemente mostró a los bohemios...

      Los animo a que se amen mutuamente, que defiendan a los hombres buenos de la violenta opresión, y que les den a todos una oportunidad para que ellos escuchen la verdad.  Estoy escribiendo esto con la ayuda de un buen ángel la noche del lunes...'

       Veintiséis días después, Jon Hus murió en la hoguera.

       Dios bendice a todas esas personas que son maltratadas por hacer el bien.  Ellos pertenecen al reino de los cielos.  Dios los bendecirá cuando la gente los insulte, maltrate y diga todo tipo de mentiras malvadas acerca de ti por mi causa.  ¡Estén contentos y emocionados!  Tendrán un gran premio en el cielo. (Mt 5:10-12)."


       Es difícil imaginar qué impacto pudo haber tenido esta carta en sus lectores - conversos e inconversos.  Pero puedo admitir que me motiva a seguir a mi Padre.  Como Hus, mi oración es pedir fortaleza en aquellas circunstancias difíciles y extremas por las que pudiera atravesar.  Sé que en los tiempos en los que vivo es difícil que me encuentre en una situación como la de él, pero en medio de mi contexto, espero serle fiel.



       Como todo mártir, su firmeza y fortaleza son admirables, y también debió serlo para sus seguidores.  Esto me hace preguntarme si mi forma de actuar motiva a otras personas a ser firmes en sus convicciones... definitivamente, eso es lo que espero.

       Orando y esperando en el Padre

Guillermo Bernáldez F.