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enero 25, 2013

La Fe verdadera es Visible

       Después de un periodo de silencio debido a los compromisos que vienen con la celebración de la Navidad y el ajetreo de año nuevo, aquí estamos nuevamente.  

       La cita en esta ocasión es de un excelente libro llamado Under the Underpass (Bajo el paso a desnivel) de Mike Yankoski.  Es un libro muy provocativo porque pocas veces tenemos la oportunidad de escuchar la historia desde la perspectiva de los indigentes, narrada por los mismos indigentes.  Mike y su amigo Sam, dejan su cómoda vida  y se van a vivir a las callesPasan hambre, comen de la basura, duermen en donde los encuentra la noche, etc.

       Debo decir que es el libro que más rápido he leído en mucho tiempo porque me gustó muchísimo.  Al mismo tiempo tocó fibras muy profundas y me hizo cuestionar varias cosas que veo normales en mi vida.

       He seleccionado dos porciones en las que se habla de dos diferentes iglesias.  El contraste entre una y la otra me hace un llamado a vivir mi fe de forma visible.  Espero que lo disfruten y se sientan desafiados.


      "Las conversaciones frente a la puerta de la iglesia terminaron cuando llegamos.  Tuve que pedirle un boletín de la iglesia a la chica que los estaba repartiendo.  Nos miró como se justo hubiéramos escapado de un una reserva natural.  Aún así entramos para el servicio y encontramos una banca sola a tres filas del frente.  No cabían más de cien personas en la habitación, así que las posibilidades de pasar inadvertidos no eran muchas.

        Teníamos unos minutos antes de que comenzara el servicio, y Sam tuvo una idea. 'Iré con el pastor a preguntarle si puede ayudarnos con algo de comida.  Mi estómago está gruñendo.'  Se levantó y se fue caminando, pero regresó pronto, se veía molesto.


       'No vas a creer lo que acaba de pasar,' dijo.  'Fui a buscar al pastor.  Él estaba en la parte trasera, tomando café.  Le pregunté si podría ayudarnos, si nos podía conectar con alguien que nos diera algo de comida.  Le dije que no teníamos dinero, que habíamos estado pidiendo limosna y no nos había ido bien.  

      Sam se detuvo y sacudió la cabeza. '¿Sabes lo que dijo?'  El pastor dijo, 'No es lo que hacemos aquí.  Venimos a adorar.  No podemos confundir nuestro propósito.'

       'Caray...', dije lentamente.

      'No tenía qué dar como respuesta a eso, así que asentí con la cabeza y me fui,' dijo Sam. 

      'Bueno, entiendo lo que quiso decir,' dije, pensando.  'Aquí no es una misión para ayudar a los pobres o un comedor público.  Pero tenía hambre.  Ahora tengo hambre y estoy frustrado."...

      Durante la bendición final, el pastor extendsus brazos y con una radiante sonrisa proclamó en voz alta, '¡Que el Señor te bendiga y te guarde!  ¡El Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y te dé paz!'  Sentí que iba a vomitar (Nm 6:24-26)."
(147-148)
    
       Después de esa experiencia Mike y Sam van a un parque para tocar la guitarra y esperar juntar unas monedas.

       "Sam y yo entramos al parque.  Vimos a un hombre en el piso, lastimado sobre el montículo en el que había caído, con la botella de whiskey todavía en la mano.  Los hippies bailaban desnudos alrededor de un árbol mientras varios curiosos se burlaban del hombre.  ¿Dónde estaba Dios en todo esto?  Aún más, ¿dónde estaban los seguidores de Dios?

       Entonces, conocimos a Russ.

       Antes, alguien nos había dicho que encontraríamos a un grupo teniendo un servicio los domingos por la tarde en el parque.  El rumor de que había bolsas con comida también nos atrajo hasta que los encontramos. 

       Era un grupo como de veinte.  Algunos usaban pantalones cortos y camisas, mientras que otros eran obviamente indigentes.  Dos guitarristas dirigían la alabanza.  Mientras Sam y yo colocábamos nuestras mochilas en el piso, varios en el grupo nos dieron la bienvenida asintiendo con la cabeza.

      Un cristiano indigente junto a nosotros dijo emocionado, '¡Este es el lugar donde la iglesia debería estar!  ¡Aquí el evangelio se encuentra con el mundo, porque es aquí donde estamos nosotros!'  Señaló alrededor del parque, donde se estaba vendiendo droga, y al borracho que todavía seguía en el piso.  'Jesús vino por nosotros también,' dijo.  'Es una pena cuando las iglesias nos echan fuera'..."
 
(Al terminar el servicio) 

      "Mientas todos comían y platicaban, el guitarrista... vino a vernos.  Su nombre era Russ, y quería saber si teníamos suficiente para comer.  Sin esperar nuestra respuesta, tomó dos bolsas más y nos las dio.  'Parece que ustedes dos pueden comer mucho,' dijo..."

      Russ quería saber más y les presenta a James, el joven que había predicado.

       "Russ nos dijo con mucha emoción, 'James y yo estuvimos hablando y queremos ayudarlos.  Queremos que vengan a nuestra iglesia esta noche y se queden al servicio nocturno.  Después pueden venir a nuestro departamento y descansar un rato, tomar una ducha, y comer algo.  Hay unas hermanas buenísimas que pueden preparar una comidas de leyenda, y ellas pueden ayudarlos también.  Veremos si podemos juntar suficiente dinero para enviarlos a Phoenix.'

       Sam y yo habíamos dejado de comer y mirábamos a Russ y a James.

       '¿Hablan en serio?'  Pregunté, asombrado. 
       Ross, asintió con la cabeza.
       '¿Por qué?'  Pregunté nuevamente.
       '¿Tienen necesidad?Preguntó James. 
       'Sí, supongo que estamos en una situación complicada,' dije.
      'La Biblia dice que debemos alcanzar a los que están necesitados,' contestó James.  'Jesús nos ama, así que nos toca a nosotros amarlos a ustedes.  Es un privilegio.'

       Si no fuera porque los meses en las calles habían endurecido mis emociones, probablemente hubiera comenzado a sollozar.  Nos veíamos miserables y olíamos todavía peor.  Yo tenía un repugnante problema con mi pie.  Estos hombres no tenían idea que nosotros también éramos cristianos.  Sin embargo, ellos estaban ofreciendo su amistad en el nombre de Cristo y cubrir nuestras necesidades. 

       'En realidad me siento frustrado cuando los cristianos hablan de su fe en Cristo pero no permiten que el fruto de esto crezca en sus vidas,' dijo James en voz baja.  'La fe verdadera es visible.'

       '¡Si, nosotros también, créeme!'   'Pero tengan ánimo.  Ustedes dos don los primeros cristianos en todo este tiempo en las calles que nos han ofrecido tanta ayuda, de eso no hay duda.'

       James y Russ estaban sorprendidos.

       '¿Nadie?'  Preguntó James.
       'Ni uno,' respondió Sam.  'Gracias por vivir su fe.  Es algo muy poderoso.'
       'Bien,' dijo James, 'si no lo hacemos, algo anda mal.  Jesús dijo 'De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros (Jn13:35).''" 
(150-154)






      Debo confesar que cuando terminé de leer esta parte, mis ojos tenían lágrimas.  Había varias razones para ello, todas daban vuelta por mi cabeza.  Me pregunté si mi fe era visible, si de alguna manera las personas con las que me topo todos los días notarían esa fe.  


      Me pregunté cómo reaccionaríamos en mi iglesia si algún indigente, o con cualquier otra necesidad, cómo reaccionaríamos los que estemos reunidos.  Todavía sigo pensando, y espero que tú también.  

       Que nuestra fe y amor hable más fuerte que nuestras palabras. 

       Guillermo Bernáldez