Buen día,
el pensamiento de esta semana viene de un libro titulado On This Day: 365 Amazing and Inspiring Stories about Saints, Martyrs & Heroes (En este día: 365 historias increíbles de santos, mártires y héroes).
Aunque el libro es de Robert J. Morgan, el texto pertenece en su mayoría a uno de los precursores de la Reforma Protestante del siglo XVI: Jon Hus (también lo pueden encontrar como John), quien escribe una carta a sus feligreses mientras él espera su sentencia de muerte. Su crimen fue predicar la enseñanza bíblica de nuestra justificación por fe - y no por obras. Hus muestra su entereza y confianza en la voluntad del Padre.
Espero que sea motivante y que la disfruten.
"Jon Hus, nacido en un hogar de campesinos alrededor de 1373, se esforzó y terminó sus estudios para después comenzar a enseñar teología en la Universidad de Praga. Él estuvo expuesto a los escritos de Wycliffe, y en 1402 cuando fue nombrado predicador en la influyente Capilla de Belén en Praga, sus poderosos sermones relacionados con la justificación por medio de la fe conmovieron a toda la región de Bohemia. Los oficiales de la iglesia se alarmaron por esto, y en 1414 Hus fue emplazado en Constance bajo los cargos de herejía. Aunque se le prometió un salvoconducto, fue arrestado rápidamente. En junio 10 de 1415, escribió a sus seguidores en Bohemia:
'Maestro Jon Hus, un siervo en esperanza, a todos los fieles en Bohemia que aman y amarán a Dios, me encuentro orando para que Dios les conceda vivir y morir en su gracia, y morar por siempre en el gozo celestial. ¡Fieles y amados, señores y damas, ricos y pobres! Los animo y exhorto a que amen a Dios, y extiendan su palabra, y que la escuchen y observen de la manera más diligente. Los animo a que abracen la verdad de Dios, que he escrito y predicado de las santas Escrituras...
Escribo esta carta en la prisión, atado con cadenas y esperando mañana la sentencia de muerte. Aun así, confiando plenamente en Dios que yo no me desvíe de su verdad ni acepte los errores, de los cuales soy acusado por testigos falsos. Qué gracia me ha mostrado Dios, y cómo me ayuda en medio de tentaciones extrañas, sabrán cuando por su misericordia nos encontremos gozosamente en su presencia. Del maestro Jerome, mi amado amigo, no he escuchado sino que él también, como yo, se encuentra en una desagradable prisión esperando la muerte, y eso como resultado de la fe que tan vehementemente mostró a los bohemios...
Los animo a que se amen mutuamente, que defiendan a los hombres buenos de la violenta opresión, y que les den a todos una oportunidad para que ellos escuchen la verdad. Estoy escribiendo esto con la ayuda de un buen ángel la noche del lunes...'
Veintiséis días después, Jon Hus murió en la hoguera.
Dios bendice a todas esas personas que son maltratadas por hacer el bien. Ellos pertenecen al reino de los cielos. Dios los bendecirá cuando la gente los insulte, maltrate y diga todo tipo de mentiras malvadas acerca de ti por mi causa. ¡Estén contentos y emocionados! Tendrán un gran premio en el cielo. (Mt 5:10-12)."
Es difícil imaginar qué impacto pudo haber tenido esta carta en sus lectores - conversos e inconversos. Pero puedo admitir que me motiva a seguir a mi Padre. Como Hus, mi oración es pedir fortaleza en aquellas circunstancias difíciles y extremas por las que pudiera atravesar. Sé que en los tiempos en los que vivo es difícil que me encuentre en una situación como la de él, pero en medio de mi contexto, espero serle fiel.
Como todo mártir, su firmeza y fortaleza son admirables, y también debió serlo para sus seguidores. Esto me hace preguntarme si mi forma de actuar motiva a otras personas a ser firmes en sus convicciones... definitivamente, eso es lo que espero.
Orando y esperando en el Padre
Guillermo Bernáldez F.
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