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noviembre 25, 2011

No Puedo Perdonarlo



       Saludos, 




       Muchos de nosotros hemos escuchado desde muy pequeños la frase que dice "perdónanos como nosotros perdonamos a los que nos ofenden" en la oración del Señor y se nos habla de lo importante que es perdonar.  

       William Paul Young nos muestra lo difícil que puede ser perdonar en ciertas circunstancias.  Su excelente novela - mi esposa y yo la recomendamos - titulada The Shack (La Cabaña) toca este tema desde el punto de vista de Mack (Mackenzie), el padre de Missy - una niña de cinco años que muere en manos de un asesino serial. 


       Aún sabiendo que lo que Dios espera de nosotros es que perdonemos, no siempre estamos dispuestos a hacerlo.  Pensamos que somos mejores que otros.  Olvidamos que hemos recibido el perdón de Dios por gracia, no porque lo mereciéramos - porque nadie es perfecto.  Ya que hemos recibido por gracia, estamos obligados a dar por gracia.


       Los otros personajes que aparecen en este fragmento son Papa (Dios) y Sarayu (Espíritu Santo).  Nuevamente me gustaría mencionar que es una novela y no un tratado teológico.  Sin embargo nos confronta con lo difícil que puede ser perdonar en ciertas circunstancias.  Que lo disfruten.



      "Papa escogió una roca pequeña cerca del camino y, colocando su mochila y pala junto a ella, se sentó.  Parecía preocupado.  'Quiero mostrarte algo que será muy doloroso para ti.' 


       'Muy bien.' El estómago de Mack comenzó a revolverse mientras se sentaba puso su pico en el suelo y el regalo de Sarayu sobre sus piernas.  Los aromas acentuados por el sol matutino, llenaron sus sentidos con belleza y trajeron una medida de paz.  '¿Qué es?'


      'Para ayudarte a verlo, quiero quitar una cosa más que oscurece tu corazón.'


       Mack inmediatamente supo qué era y, volteando su mirada lejos de Papa, comenzó a perforar un hoyo con sus ojos en el suelo bajo sus pies.


      Papa habló apaciblemente y tranquilizándolo. 'Hijo, esto no es para avergonzarte.  Mi trabajo no es la humillación, ni la culpa, ni la condenación.  Ellas no producen ni una pizca de  integridad o de justicia, y por eso es que ellas fueron clavadas en Jesús en la cruz.'


       Esperó, permitiendo que el pensamiento penetrara y removiera algo del sentimiento de vergüenza de Mack antes de continuar.  'Hoy estamos en un sendero de sanidad para concluir esta parte de tu viaje - no es sólo por ti, pero por los otros.  Hoy, estamos lanzando una gran roca al lago, y las ondas que genere alcanzarán lugares que no imaginarías.  Ya sabes lo que quiero, ¿no es así?'


       'Me temo que sí', murmuró Mack sintiendo que sus emociones se elevaban al tiempo que se escapaban de la habitación cerrada en su corazón.


'Hijo, necesitas decirlo, nombrarlo.'

       Ahora no podía ocultarlo más, mientras lágrimas ardientes brotaban en su rostro, y entre sollozos Mack gritó, 'Papa, ¿cómo puedo perdonar a ese hijo de perra que asesinó a mi Missy?  Si estuviera aquí ahora, no sé qué haría.  Sé que no es correcto, pero quiero que sufra como el me hizo sufrir...  Si no puedo conseguir justicia, al menos quiero venganza.'


       Papa simplemente dejó que fluyera este torrente de Mack, esperando que la ola pasara. 


       'Mack, al perdonar a este hombre tú lo liberas y me permites redimirlo.'


       '¿Redimirlo?'  Nuevamente Mack sintió el fuego del odio y del dolor.  'Quiero que lo lastimes, que lo castigues, que lo mandes al infierno...'  Su voz se desvaneció.


       Papa esperó pacientemente para que sus emociones se tranquilizaran.


       'Estoy atascado, Papa.  Simplemente no puedo perdonar lo que hizo, ¿cómo podría?'  Imploró Mack.


       'El perdón no se trata de olvidar, Mack.  Se trata de soltar la garganta de otra persona.'


       'Pero yo pensé que tú olvidabas nuestros pecados.'


       'Mack, Yo soy Dios.  No olvido nada.  Lo sé todo.  Así que olvidar es para mí una elección de limitarme a mí mismo.'  La voz de Papa se volvió suave y Mack fijó su mirada en sus ojos café profundo, 'Hijo, por lo que hizo Jesús, no existe ley que demande que Yo traiga nuevamente tus pecados a mi memoria.  Ellos desaparecieron en lo que concierne a tí y a mí, y ellos no interfieren en nuestra relación.'


       'Pero este hombre...'


        'Él también es mi hijo.  Quiero redimirlo.'


       '¿Y entonces qué?  ¿Solo lo perdono y todo está bien, nos volvemos amigos?'  Mack exclamó suave pero amargamente.  


       'No tienes que tener una relación con este hombre, al menos todavía no.  El perdón no establece una relación.  En Jesús, he perdonado a todos los seres humanos sus pecados contra mí, pero solo algunos escogen tener una relación conmigo.  Mackenzie, ¿acaso no ves que el perdón tiene un poder increíble - un poder que compartes con nosotros, un poder que Jesús les da a todas las personas en las que habita, para que la reconciliación pueda crecer?  Cuando Jesús perdonó a aquellos quienes lo clavaron a la cruz, ellos ya no le debían nada, ni a mí.  En mi relación con esos hombres, Yo nunca mencionaré lo que ellos hicieron, o avergonzarlos, o lastimarlos.'


       'No creo que puedo hacerlo', susurró Mack.


       'Quiero que lo hagas.  El perdón es en primer lugar para tí, el que perdona', contestó Papa, 'para liberarte de algo que te comerá vivo, que destruirá tu gozo y tu capacidad de amar plena y abiertamente.  ¿Crees que a este hombre le importa el dolor y las tormentas que has atravezado?  Si así es, él disfruta de saberlo.  ¿No quieres terminar con eso?  Y al hacerlo, tú lo liberas a él de una carga que lleva, ya sea que lo sepa o no.  Cuando eliges perdonar a otro, lo estás amando bien.'


       'No lo amo.'


       'Por el momento, no.  Pero Yo sí, Mack, no por lo que ha llegado a ser, sino por el pequeño niño abatido que ha sido retorcido por su dolor.  Quiero ayudarte a que crezcas en la naturaleza que encuentra más poder en el amor y el perdón que en odio.'


       Mack estaba nuevamente un poco molesto por la dirección que la conversación había tomado.  'Así, que eso quiere decir que si perdono a este hombre, ¿le permitiré que juegue con mi otra hija, o mi primera nieta?'


      'Mackenzie' Papa era fuerte y firme.  'Ya te he dicho que el perdón no crea una relación.  A menos que la gente diga la verdad acerca de lo que han hecho y cambien su forma de pensar y comportamiento, no es posible una relación confiable.  Cuando perdonas a alguien, ciertamente lo liberas de juicio, pero sin un cambio verdadero, no es posible establecer una relación.'


       '¿Así que el perdón no requiere que actúe como si él nunca hubiera hecho nada?'


       '¿Cómo podrías?  Tú perdonaste a tu papá anoche.  ¿Perdonarás alguna vez lo que te hizo?'


       'No creo.'


       'Pero ahora amas a tu papá a pesar de eso.  Su cambio te permite hacerlo.  El perdón no requiere que confíes en la persona que has perdonado.  Pero si él llegara a confesar y arrepentirse, descubrirás un milagro en tu propio corazón que te permitirá buscarlo y comenzar a construir entre los dos un puente de reconciliación.  Y algunas veces - y eso puede parecerte incomprensible ahora - ese camino puede llevarlos al milagro de una confianza totalmente restaurada.'

Mack se sentó en el suelo y recargó su espalda contra la roca en la que había estado sentado.  Estudió el suelo entre sus pies.  'Papa, creo que entiendo lo que dices.  Pero siento que si perdono a este tipo, él se escapa libremente.  ¿Cómo explico lo que hizo?  ¿Es justo para Missy si no me mantengo enojado contra él?'


       'Mackenzie, el perdón no excusa nada.  Créeme, lo último que es este hombre es ser libre.  Y tú no tienes nada que ver con la justicia en esto.  Yo me encargo de eso.  Y en cuanto a Missy, ella ya lo ha perdonado.'


       '¿Lo ha hecho?'  Mack ni siquiera miró hacia arriba.  '¿Cómo pudo?'


       'Por mi presencia en ella.  Esa es la única forma en que el perdón verdadero es posible.'


       Mack sintió que Papa se sentaba junto a el en el suelo, pero seguía sin mirar hacia arriba.  Al tiempo que Papa comenzaba a abrazar a Mack, él comenzó a llorar.  'Deja que salga todo', escuchó que decía Papa, y él entonces finalmente pudo hacerlo.  Cerró los ojos y rodaron las lágrimas.  Missy y las memorias de ella llenaban su mente: visiones de libros para colorear y crayones y vestidos rasgados y ensangrentados.  Lloró hasta que sacó toda la oscuridad, todos los anhelos, y todo lo perdido, hasta que no quedó nada.


       Sus ojos ahora estaban cerrados, meciéndose de adelante hacia atrás, imploraba, 'Ayúdame, Papa.  ¡Ayúdame! ¿Qué puedo hacer?  ¿Cómo lo perdono?'"
(225-228)
 
       Imagino que para la mayoría de nosotros, las personas que tenemos que perdonar no son comparables a las de Mack, sin embargo hay ocasiones en que nos sigue costando trabajo perdonar.  



       Las demandas de Mack por justicia y venganza rayan en lo irrespetuoso - sin embargo su honestidad refleja las razones escondidas con que justificamos nuestra negativa a perdonar a algunas personas.  No se trata de una apología en favor de la impunidad, se trata de reconocer que nosotros también hemos sido perdonados.  Lucas, el evangelista, dice: "No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará." (6:37), y más adelante, "Por esto te digo: si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido perdonados.Pero a quien poco se le perdona, poco ama." (7:47). 

       ¿Hay alguien a quien a quien te cuesta trabajo perdonar?

Guillermo Bernáldez

noviembre 17, 2011

Viviendo Virtuosamente

       Saludos, 

       Uno de los problemas que la iglesia ha enfrentado desde su inicio ha sido la idea de que uno puede merecer, o no, ser salvo.  Si bien es común y frecuente hablar de la salvación sólo por gracia, en realidad con frecuencia muchas personas piensan que hay una lista de requisitos para ser seguidor de Jesús. 

     El señor Jesús enfrentó a los fariseos porque pensaban que el seguir la ley al pie de la letra los hacía merecedores del amor de Dios.  Pablo confrontó a los gálatas por volver a la la ley después de haber experimentado la gracia.  Con esto no quiero decir que la conducta de los seguidores de Jesús debe ser totalmente descuidada e inmoral.  El punto es que la conducta no nos hace merecedores de nada delante de Dios.

       No es algo que la iglesia haya superado y dejado en el pasado. C. S. Lewis lo señala en el libro Mere Christianity (Mero Cristianismo), resultado de una serie de programas radiofónicos en Inglaterra entre 1942 y 1944.  Situación que sigue vigente en la iglesia del siglo XXI.  


       Lewis sugiere que si a veces nos sentimos mejores que otros es porque nuestra medida de santidad somos nosotros mismos y no la medida del varón perfecto: Jesús.  Por eso es que habla de vivir seriamente las virtudes cristianas.  Viéndolo desde este punto de vista, la perspectiva cambia.  Espero que lo encuentren desafiante.

       "Probablemente recuerdes que dije que el primer paso hacia la humildad era reconocer que uno es orgulloso.  Quiero agregar que el próximo paso es el de hacer un intento serio de vivir las virtudes cristianas.  Una semana no es suficiente.  Con frecuencia las cosas van bien durante una semana.   Inténtalo por seis semanas.  Para entonces, habiendo visto cuánto ha caído uno, completamente o aun solo por debajo del punto que uno se había propuesto al principio, uno habrá descubierto  algunas verdades acerca de uno mismo.  Ningún hombre sabe qué tan malo es hasta que él se ha esforzado mucho para ser bueno...  Sólo aquellos que intentan resistir la tentación saben qué tan fuerte es.  Después de todo, sólo puedes saber qué tan fuerte es el ejército alemán cuando luchas contra él, y no rindiéndote [Lewis dio este discurso en 1943, mientras se desarrollaba la segunda guerra mundial (1939-1945)].  Sólo puedes conocer la fuerza del viento cuando tratas de caminar en contra de él, y no tirándote al suelo.  Un hombre que se rinde a la tentación después de cinco minutos no sabe lo que podría haber sido una hora después.  Esa es la razón por la que la gente mala, en cierto sentido, sabe muy poco acerca de la maldad.  Ellos han vivido una vida protegida por medio de la rendición.  Nunca conoceremos la fuerza del impulso de la maldad dentro de nosotros hasta que tratemos de combatirlo: y Cristo, porque es el único hombre que nunca cedió ante la tentación, es también el único hombre que sabe completamente lo que significa la tentación - el único realista completo.  Bien.  La enseñanza principal de un intento serio de la práctica de las virtudes cristianas es que no podemos.  Si había una idea de que Dios nos aplica algún tipo de examen, y de que podíamos obtener buenas calificaciones por nuestro mérito, tenemos que desecharla.  Si había alguna idea de algún tipo de negociación - cualquier idea de que podíamos desempeñarnos bien en nuestra parte del contrato y así dejar a Dios como nuestro deudor, para que de esta manera dependiera de Él cumplir su parte, solo por justicia - eso también debe ser desechado.

       Pienso que cualquiera que tenga una vaga creencia den Dios, tiene la idea del examen hasta el momento de volverse cristiano.  El primer resultado de un cristianismo real es el de destrozar esa idea.  Cuando se dan cuenta de que ha sido destrozada, algunas personas piensan que esto significa que el cristianismo es un fracaso y lo abandonan.  Piensan que Dios tiene una forma de pensar muy simple.  Una de las ideas principales del cristianismo es la de destrozar esta idea.  Dios ha estado esperando el momento en el que descubras que no es cuestión de merecer una calificación aprobatoria en este examen, o de hacer de Dios nuestro deudor..."


       Lewis tiene razón.  No es posible que lo hagamos.  No debemos limitarnos a actitudes externas - estilo de vestido, tipo de peinado, perforaciones, lugares que se visitan... eso hacían los fariseos a la perfección.  Jesús también - es decir que no excluye las acciones - mira el corazón de las personas. Porque es posible hacer algo bueno, pero por motivaciones totalmente pecaminosas.  Uno puede por ejemplo ayudar a los pobres.  Pero si su motivación no es la compasión caritativa de un corazón sometido a Jesús, sino la impresión que se cause a otras personas, entonces hay un grave problema: no se está dando la gloria a Dios, sino a uno mismo.  Dicho de otra forma, es una buena acción, pero es pecaminosa. 

      Únicamente un intento serio para vivir una vida perfecta - como la de nuestro señor Jesús - en todas las áreas de la vida nos harán ver cuan lejos estamos de esta realidad.  Lewis acierta al decir que si nos rendimos inmediatamente (con la excusa de que es imposible ser perfecto - lo cual es cierto, pero no nos exenta de la necesidad de hacer nuestro mejor esfuerzo) nunca nos daremos cuenta de lo difícil que es en realidad.

      Viviendo en un mundo caído, nadie está exento del pecado.   Esto no nos debe sumir en la desesperación, sino que nos debe abrir los ojos a algo maravilloso: la sublime gracia de Dios. Cuando nos demos cuenta que aun nuestros mejores esfuerzos no son suficientes - de hecho son trapos inmundos delante de Dios; que no hay absolutamente nada que pueda hacer que Dios vea en nosotros algo digno, entonces podremos entender que sólo por su gracia nos ama y nos acepta.  

       Así, las buenas acciones no son para merecer la salvación, sino como resultado de una vida redimida, transformada y agradecida.  Ya no es posible pensar que uno es mejor, o más santo que los demás.  Todos estamos igual de necesitados de la gracia de Dios.  Es un alivio el saber que no depende de nosotros.  Es un alivio no estar atento a lo que hacen los demás para ver si son mejores que uno.  También es un alivio saber que solamente Dios juzga mis acciones y aún mejor saber que Jesús nos libra de ese juicio.

       Que Dios nos permita actuar virtuosamente para su gloria y no para que nos comparemos a los demás.  Que sea nuestro agradecimiento el que nos motive agradar a nuestro Padre.



       Guillermo Bernáldez

noviembre 09, 2011

Todo es Sagrado

       Saludos,

       Cuando hablamos de la conversión, con frecuencia hacemos referencia a revertir la forma en que pensamos y hacemos las cosas.  En medio de nuestras culturas individualistas Tim Chester y Steve Timmis (co-fundadores de The Crowded House, una iniciativa que promueve la plantación de iglesias)en su libro Total Church [Iglesia Total] nos hacen un llamado para que re-pensemos la forma en la que tradicionalmente nos hemos acercado a la iglesia y a la cultura.  Es por eso que este llamado equivale casi a una nueva conversión. 

       No quiero sugerir que duden de la conversión que cada uno de ustedes ha experimentado (en caso de haberlo hecho), sino que nos enfoquemos en el individualismo que ha penetrado tanto en nuestras mentes que hemos hecho planteamientos basados en nosotros mismos y no en los planes de Dios.  Pareciera que Dios tiene que acomodarse a nuestras prioridades y no nosotros a los de él. 
 

       "En su libro The Mission of God [La misión de Dios], Chris Wright muestra que la historia de la Biblia es 'toda misionera' - la misión de Dios es la de salvar a un pueblo para sí mismo a través de Jesucristo.  Jesús es el centro de la historia, pero su identidad tiene implicaciones misioneras (Lc 24:45-48).  Esto es radical, una perspectiva centrada en Dios, sugiere Wright, 'invierte algunas de las formas comunes en las que estamos acostumbrados a pensar  acerca de la vida cristiana... Constantemente nos fuerza a abrir los ojos a la obra completa, en vez de resguardarnos en el acogedor narcisismo de nuestros pequeños mundos.'

  •   Preguntamos, '¿Dónde entra Dios en la historia de mi vida?,' cuando la pregunta real es '¿Donde entra mi pequeña vida en la gran historia de la misión de Dios.'

  •   Queremos ser impulsado por un propósito que ha sido diseñado a la medida exacta de nuestras vidas individuales, cuando deberíamos estar viendo el propósito de toda la vida, incluyendo la nuestra, envolviendo la gran misión de Dios para toda la creación.
  •   Hablamos de 'aplicar la Biblia a nuestras vidas.'  En lugar de eso, ¿qué significaría aplicar nuestras vidas a la Biblia, asumiendo que la Biblia es la realidad - la historia real - a la que nosotros mismos estamos llamados a ser transformados?

  •   Luchamos con 'hacer que el evangelio sea relevante para el mundo.'  Pero en esta historia, Dios está en el negocio de transformar al mundo para que entre en el molde del evangelio.

  •   Argumentamos acerca de lo que se puede incluir legítimamente en la misión que Dios espera de la iglesia, cuando deberíamos preguntarnos qué clase de iglesia quiere Dios para toda la extensión de su misión. 

  •   Puedo pensar en qué tipo de misión Dios quiere para mí, cuando me debería preguntar qué tipo de yo Dios quiere para su misión.

      Es difícil no haber pensado alguna vez en estos términos y es probable que todavía se siga pensando así.  Al mirar los planteamientos más detenidamente, se hace evidente lo egoísta que es es este acercamiento.

       Como consecuencia la iglesia (con muchos de sus productos) se parecen cada vez más al mercado comercial del mundo.  Diferentes ofertas para satisfacer los diferentes gustos de cada individuo.  Es decir, que se sigue enfatizando el YO de cada uno de nosotros en lugar de dar prioridad a nuestro Padre.  El peligro se hace evidente al recordar que, por ejemplo, la ley se cumple amando a Dios en primer lugar y después a nuestro vecino de la misma manera que nos amamos nosotros mismos.  La Biblia marca las prioridades: primero Dios y después nosotros.  Los autores continúan diciendo:


      En marzo de 2003, el Instituto para el Cristianismo Contemporáneo de Londres asociado con la Alianza Evangélica publicaron un reporte titulado 'Imagina cómo podemos alcanzar al Reino Unido.'  Fue el resultado de un gran proyecto de investigación que requirió de cientos de cuestionarios y consultas con los líderes de las iglesias.  El reporte concluyó: 'La razón por la que la Iglesia del Reino Unido no es efectiva en la misión es porque no estamos haciendo discípulos que puedan vivir bien por Cristo en la cultura de hoy y comprometerse de una manera atractiva con la gente que ellos conocen... Jesús utilizó la estrategia de 'capacitar y soltar, mientras que en general nosotros tenemos la estrategia de 'convertir y retener.'  En los últimos veinte años, decía el reporte, se han producido muchos materiales creativos para evangelizar, pero se ha hecho poco para ayudar a los cristianos para conectar su fe con la totalidad de la vida.  El reporte culpa de esto a la división de lo sagrado y lo secular: 'la creencia que impregna todo de que algunas cosas son importantes para Dios - como la iglesia, las reuniones de oración, la acción social, Alpha - mientras que otras actividades humanas son, en el mejor de los casos, neutrales - trabajo, escuela, universidad, deportes, arte, descanso, dormir.'...


       Tenemos una mentalidad de ghetto.  Pensamos que la iglesia son los pocos que tienen su espalda contra la pared.  Pero de hecho durante la semana estamos dispersos en el mundo.  De esta forma ya hemos infiltrado el reino de Satán.  Todos los días la gente de nuestras iglesias están codeándose con no creyentes en su trabajo, escuela, barrios y clubes.  Somos la levadura en la masa (Mt 13:33). El reporte 'Imagina' concluía: 'El Reino Unido nunca va a ser alcanzado hasta que se creen comunidades abiertas, auténticas, que aprendan y oren, y que estén enfocadas en hacer discípulos de tiempo completo que vivan y compartan el Evangelio en cualquier lugar en donde se relacionen con otras personas en su vida diaria.'


       El desafío para nosotros es hacer del evangelio el centro de nuestras vidas no solo los domingos por la mañana, sino los lunes por la mañana...  Es decir, pensar que nuestros lugares de trabajo, hogares y barrios como los lugares para hacer misión.  Necesitamos planear y orar por relaciones evangélicas.  Es decir crear culturas eclesiales en las que sea normal el celebrar el evangelio todos los días viviendo en el mundo secular y discutiendo cómo podemos usar nuestras rutinas diarias en favor del evangelio."
(35-37)  

     Reconozco que el tema de no ocultar nuestras convicciones cuando no estamos en la iglesia es un tema que se ha hablado y se sigue hablando dentro de las iglesias.  Sin embargo lo que me parece importante es poder rescatar, es decir redimir todos los aspectos de la vida como algo que Dios nos ha dado.  A veces nos cuesta trabajo pensar que alabamos a Dios (o dejamos de hacerlo) en nuestras actividades diarias: estudiar, reunirnos para celebrar una fiesta de cumpleaños, estudiar, cocinar, jugar, ser padre o madre, etc.  

      Jesús mismo lo hizo: fue a fiestas y comidas, visitaba amigos, pasaba tiempo con niños, etc., y en todo lo que hizo, no pecó sino que por el contrario, su propósito era dar gloria a su Padre.



      No olvidemos dar gracias a Dios, nuestro Padre, porque nos permite vivir vidas plenas para su gloria y para testimonio para que otras personas se sientan interesadas y quieran formar parte de la gran familia de la cual formamos parte, especialmente si cambiamos de nuestra forma egocéntrica y hacemos de Dios la prioridad más importante.

Guillermo Bernáldez