




'Muy bien.' El estómago de Mack comenzó a revolverse mientras se sentaba puso su pico en el suelo y el regalo de Sarayu sobre sus piernas. Los aromas acentuados por el sol matutino, llenaron sus sentidos con belleza y trajeron una medida de paz. '¿Qué es?'
'Para ayudarte a verlo, quiero quitar una cosa más que oscurece tu corazón.'
Mack inmediatamente supo qué era y, volteando su mirada lejos de Papa, comenzó a perforar un hoyo con sus ojos en el suelo bajo sus pies.
Papa habló apaciblemente y tranquilizándolo. 'Hijo, esto no es para avergonzarte. Mi trabajo no es la humillación, ni la culpa, ni la condenación. Ellas no producen ni una pizca de integridad o de justicia, y por eso es que ellas fueron clavadas en Jesús en la cruz.'
Esperó, permitiendo que el pensamiento penetrara y removiera algo del sentimiento de vergüenza de Mack antes de continuar. 'Hoy estamos en un sendero de sanidad para concluir esta parte de tu viaje - no es sólo por ti, pero por los otros. Hoy, estamos lanzando una gran roca al lago, y las ondas que genere alcanzarán lugares que no imaginarías. Ya sabes lo que quiero, ¿no es así?'
'Me temo que sí', murmuró Mack sintiendo que sus emociones se elevaban al tiempo que se escapaban de la habitación cerrada en su corazón.
'Hijo, necesitas decirlo, nombrarlo.'
Ahora no podía ocultarlo más, mientras lágrimas ardientes brotaban en su rostro, y entre sollozos Mack gritó, 'Papa, ¿cómo puedo perdonar a ese hijo de perra que asesinó a mi Missy? Si estuviera aquí ahora, no sé qué haría. Sé que no es correcto, pero quiero que sufra como el me hizo sufrir... Si no puedo conseguir justicia, al menos quiero venganza.'
Papa simplemente dejó que fluyera este torrente de Mack, esperando que la ola pasara.
'Mack, al perdonar a este hombre tú lo liberas y me permites redimirlo.'

Papa esperó pacientemente para que sus emociones se tranquilizaran.
'Estoy atascado, Papa. Simplemente no puedo perdonar lo que hizo, ¿cómo podría?' Imploró Mack.
'El perdón no se trata de olvidar, Mack. Se trata de soltar la garganta de otra persona.'
'Pero yo pensé que tú olvidabas nuestros pecados.'
'Mack, Yo soy Dios. No olvido nada. Lo sé todo. Así que olvidar es para mí una elección de limitarme a mí mismo.' La voz de Papa se volvió suave y Mack fijó su mirada en sus ojos café profundo, 'Hijo, por lo que hizo Jesús, no existe ley que demande que Yo traiga nuevamente tus pecados a mi memoria. Ellos desaparecieron en lo que concierne a tí y a mí, y ellos no interfieren en nuestra relación.'
'Pero este hombre...'

'¿Y entonces qué? ¿Solo lo perdono y todo está bien, nos volvemos amigos?' Mack exclamó suave pero amargamente.
'No tienes que tener una relación con este hombre, al menos todavía no. El perdón no establece una relación. En Jesús, he perdonado a todos los seres humanos sus pecados contra mí, pero solo algunos escogen tener una relación conmigo. Mackenzie, ¿acaso no ves que el perdón tiene un poder increíble - un poder que compartes con nosotros, un poder que Jesús les da a todas las personas en las que habita, para que la reconciliación pueda crecer? Cuando Jesús perdonó a aquellos quienes lo clavaron a la cruz, ellos ya no le debían nada, ni a mí. En mi relación con esos hombres, Yo nunca mencionaré lo que ellos hicieron, o avergonzarlos, o lastimarlos.'
'No creo que puedo hacerlo', susurró Mack.
'Quiero que lo hagas. El perdón es en primer lugar para tí, el que perdona', contestó Papa, 'para liberarte de algo que te comerá vivo, que destruirá tu gozo y tu capacidad de amar plena y abiertamente. ¿Crees que a este hombre le importa el dolor y las tormentas que has atravezado? Si así es, él disfruta de saberlo. ¿No quieres terminar con eso? Y al hacerlo, tú lo liberas a él de una carga que lleva, ya sea que lo sepa o no. Cuando eliges perdonar a otro, lo estás amando bien.'
'No lo amo.'
'Por el momento, no. Pero Yo sí, Mack, no por lo que ha llegado a ser, sino por el pequeño niño abatido que ha sido retorcido por su dolor. Quiero ayudarte a que crezcas en la naturaleza que encuentra más poder en el amor y el perdón que en odio.'
Mack estaba nuevamente un poco molesto por la dirección que la conversación había tomado. 'Así, que eso quiere decir que si perdono a este hombre, ¿le permitiré que juegue con mi otra hija, o mi primera nieta?'

'¿Así que el perdón no requiere que actúe como si él nunca hubiera hecho nada?'
'¿Cómo podrías? Tú perdonaste a tu papá anoche. ¿Perdonarás alguna vez lo que te hizo?'
'No creo.'
'Pero ahora amas a tu papá a pesar de eso. Su cambio te permite hacerlo. El perdón no requiere que confíes en la persona que has perdonado. Pero si él llegara a confesar y arrepentirse, descubrirás un milagro en tu propio corazón que te permitirá buscarlo y comenzar a construir entre los dos un puente de reconciliación. Y algunas veces - y eso puede parecerte incomprensible ahora - ese camino puede llevarlos al milagro de una confianza totalmente restaurada.'
Mack se sentó en el suelo y recargó su espalda contra la roca en la que había estado sentado. Estudió el suelo entre sus pies. 'Papa, creo que entiendo lo que dices. Pero siento que si perdono a este tipo, él se escapa libremente. ¿Cómo explico lo que hizo? ¿Es justo para Missy si no me mantengo enojado contra él?'
'Mackenzie, el perdón no excusa nada. Créeme, lo último que es este hombre es ser libre. Y tú no tienes nada que ver con la justicia en esto. Yo me encargo de eso. Y en cuanto a Missy, ella ya lo ha perdonado.'
'¿Lo ha hecho?' Mack ni siquiera miró hacia arriba. '¿Cómo pudo?'
'Por mi presencia en ella. Esa es la única forma en que el perdón verdadero es posible.'


(225-228)
Imagino que para la mayoría de nosotros, las personas que tenemos que perdonar no son comparables a las de Mack, sin embargo hay ocasiones en que nos sigue costando trabajo perdonar.
Las demandas de Mack por justicia y venganza rayan en lo irrespetuoso - sin embargo su honestidad refleja las razones escondidas con que justificamos nuestra negativa a perdonar a algunas personas. No se trata de una apología en favor de la impunidad, se trata de reconocer que nosotros también hemos sido perdonados. Lucas, el evangelista, dice: "No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará." (6:37), y más adelante, "Por esto te digo: si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido perdonados.Pero a quien poco se le perdona, poco ama." (7:47).
¿Hay alguien a quien a quien te cuesta trabajo perdonar?
Guillermo Bernáldez
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