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octubre 27, 2009

Una Visión más Clara del Pecado


Saludos a todos y todas,


La cita de esta semana es del libro Inside Out de Larry Crabb. Es posible conseguirlo en español/castellano (De Adentro hacia Afuera) aunque es difícil porque se dejó de imprimir y la única opción es encontrarlo usado y, vale la pena.

El autor nos hace ver que el cambio de actitudes externas, si bien es bueno y deseable, no es completo si no hay un cambio interior. Me parece un recordatorio muy pertinente cuando mucho de nuestro cristianismo se ha enfocado con frecuencia en lo exterior y no lo interior - lo visible, pero no el corazón. El resultado es sin lugar a dudas el legalismo, que es una forma moderna de llamar al fariseísmo. Existe también el otro extremo. Aquellos que cansados de ver - en otros y en ellos mismos - lo que hay detrás de estas apariencias, optan por un cinismo, auténtico. Ninguna de estas cosas agrada a Dios. El cambio debe ser completo. Primero el cambio de corazón y de mente, eso nos lleva a un cambio exterior - de adentro hacia afuera.

Que lo disfruten.

"Para entender más claramente la enseñanza de nuestro Señor, necesitamos tener un entendimiento más claro del pecado, especialmente acerca del pecado que ensucia nuestros corazones. Para facilitar la discusión, dividamos el problema en dos categorías: (1) Acciones que tansgreden visiblemente las normas claramente bíblicas y (2) violaciones sutiles al mandato de amar que nos dio nuestro Señor. Cuando la segunda categoría no es bien entendida, la gente usa toda su energía espiritual en definir cuidadosamente las normas bíblicas y se esfuerza para mantenerlas. El resultado común es una justicia farisaica - o una frustración que nos culpa...

... Moisés renunció a la comodidad inmediata para seguir los propósitos de Dios. Cuando aplicamos esta historia a la vida de hoy generalmente terminamos con una lista de cosas que no deberíamos hacer. Los placeres de Egipto deben ser abandonados. Para los jóvenes estos placeres incluyen drogas, música rock y la preocupación por la moda. Para los adultos, la lista puede prohibir tomar bebidas con alcohol, materialismo (...), infidelidad, escalada corporativa y telenovelas.


Diferentes iglesias enfatizan diferentes males, pero la mayor parte de las comunidades cristianas tienen un código de conducta (escrito o no) con el que se mide la espiritualidad. Es más frecuente que cristianos evangélicos, quienes sinceramente quieren crecer, se preocupen principalmente por los pecados de la primara categoría, los que transgreden visiblemente las normas claramente reconocidas....

... una claro enfoque en la conformidad a normas específicas de bueno y malo pueden llevarnos a descuidar los pecados sutiles en contra de las relaciones.

Nuestro Señor reprendió a los fariseos por su escrupulosidad al diezmar, no porque adherirse cuidadosamente a las normas sea malo, sino porque ellos estaban descuidando cosas más importantes, como justicia, misericordia y fidelidad (Mt 23:23), cosas que están relacionadas en la forma en que las personas se tratan mutuamente."


No es fácil. No somos conscientes de todos nuestros errores y pecados. El salmista lo reconoce y pide perdón por ello. Podemos pedir no sólo por perdón, sino también para conocerlos, y conociéndolos, evitarlos. Que podamos cumplir la ley y los profetas de la forma que Jesús lo enseñó: amar a Dios por sobre todas las cosas y a nuestros semejantes como a nosotros mismos.

GB

octubre 13, 2009

Promesas



Saludos a todos y todas,

El pensamiento de esta semana me lo envió un amigo y me pareció muy oportuno. Porque cuando hablamos de Dios y de Jesús con frecuencia estamos expuestos a cualquiera de estos dos errores: sobre-prometer o sub-prometer lo que Dios va a hacer por las personas.

La cita es de Don Posterski, de su libro Friednship: A Window on Ministry to Youth (Amistad: Una Ventana al Ministerio Juvenil).

Sobre-prometer
"Sobre-prometer, en el campo de la religión, puede llevar a la desilusión... Puede destruir la fe y alejar a los jóvenes de Dios. Sobre-prometer es el resultado de una enseñanza entusiasta, pero no realista. Se les dice a los jóvenes que Dios contestará todas sus oraciones. Sin embargo, Dios no contesta oraciones de acuerdo a nuestros deseos, sino al suyo.
Como resultado de sobre-prometer, si se percibe que Dios guarda silencio, se piensa que Él no es confiable. La desilusión con Dios (y con la persona que le hizo esta sobre-promesa) es ciertamente como si se le presentara una tableta de Aspirina gigante para que instantáneamente curará lujuria, avaricia, egocentrismo, inferioridad, tentación, y la esperanza arruinada en medio de la ansiedad por el futuro...
Necesitamos evitar dar respuestas simplistas a las complejidades de la vida (otro problema con las sobre-promesas religiosas). No hay duda de que Jesús es la respuesta, que Dios tiene un plan maravilloso para cada vida, y que el Espíritu Santo es el compañero que nunca abandonará o renegará del creyente. Sin embargo la Biblia misma se acerca a estas verdades de manera más sutil. Se nos dice que en esta vida solo vemos a través de un vidrio oscurecido, y que parte de seguir a Jesús es ser perseguido por causa de la justicia. La comunicación constante desde el lado brillante es simplista y carece de integridad bíblica. Es un descarado sistema de ventas, no un ministerio que ayude. Al final, es muy probable que el comprador regrese el producto para que le devuelvan el dinero.
Sub-prometer
La sub-promesa religiosa es lo opuesto a sobre-prometer, pero el resultado es el mismo. La desilusión gana gradualmente y la fe se disuelve en indiferencia u hostilidad hacia Dios.
Sub-prometer, en el campo de la religión ocurre cuando la esencia de la creencia cristiana se desconectan y se drenan de su fuerza dinámica. Cuando se roba a Dios de su poder milagroso y Jesús es reducido simplemente a ser un maestro moral, los jóvenes eventualmente llegan a la conclusión de '¿Para qué preocuparse?' Si la Biblia sólo es buena literatura acerca de Dios, pero no tiene alguna autoridad especial. Si sobre-prometer es un descarado sistema de ventas, sub-prometer es venderse al competidor. El apóstol Pablo igualó el Evangelio con poder. Aunque él era brillante y bien educado, él escrupulosamente evitó predicar 'sabiduría humana', sabiendo muy bien que esto haría que la cruz de Cristo perdiera su poder...
Los jóvenes contemporáneos viven con una orientación hacia lo supernatural aún si sus creencias no son ortodoxas y hasta no cristianas. Muchos están dispuestos a tener una experiencia con Dios. Los adultos que transmiten sus creencias y su confianza en el poder de Dios, en teoría y en práctica tendrán una buena influencia entre los jóvenes."
Creo firmemente que los adultos somos y debemos ser ejemplo para los más jóvenes en todo: teoría y práctica. Pero no solo a los más jóvenes físicamente, sino también a los más jóvenes espiritualmente. Las promesas de Dios son para todos sus hijos e hijas y si no las presentamos correctamente, podemos llegar a ser piedras de tropiezo.
Oremos por tener el discernimiento y la sabiduría para entender y comunicar las promesas de nuestro Padre. Que nuestras palabras y acciones ofrezcan esperanza continua porque están basadas en su Palabra.
GB

octubre 06, 2009

La Biblia: Un libro; una historia


Saludos a todas y todos,

El pensamiento para esta semana les parecerá obvio a muchos, pero sin embargo me parece que precisamente por parecer obvio, nos olvidamos del tema. J. I. Packer, en su libro Los Planes de Dios para su Vida* nos recuerda que para conocer lo que Dios quiere de y para nosotros está contenido en su Palabra: la Biblia. Sin embargo, Packer agrega que parte del problema es que, en primer lugar hemos perdido la costumbre de leer la Biblia y, en segundo lugar, si leemos la Biblia, cometemos el error de no leerla apropiadamente.

Sus observaciones me parecen correctas y pertinentes, además de hacer evidente mis malos hábitos al leer la Palabra de Dios. Espero que este breve recordatorio les sea agradable.

"Dios creó la vida, y Dios solamente puede explicarnos su significado... Y si deseamos comprender el sentido de la vida en este mundo entonces tendremos que saber acerca de Dios. Y si deseamos saber acerca de Dios, debemos recurrir a la Biblia.

...

Cuando leemos un libro, lo tratamos como una unidad. Buscamos el tema o la trama principal del argumento y la seguimos hasta el final. Permitimos que la mente del autor dirija a la nuestra. ... sabemos que no lo comprenderemos hasta que lo hayamos leído de principio a fin...

Pero cuando se trata de las Sagradas Escrituras, nuestra conducta es diferente. Para comenzar, no tenemos jamás la costumbre de tratarlas como un libro, o sea, una unidad; las encaramos simplemente como una colección de historias y refranes separados. Damos por sentado que estos artículos representan consejos morales o consuelo para los que están en problemas. De modo que leemos la Biblia en pequeñas dosis, unos pocos versículos a la vez. No leemos los libros individuales, menos aún los dos Testamentos, como un todo. Hojeamos los ricos periodos antiguos..., esperando que algo nos golpee. Cuando las palabras aportan un pensamiento reconfortante o una imagen placentera, creemos que la Biblia ha cumplido su labor. Hemos llegado al punto en que percibimos a la Biblia no como un libro, sino como una colección de fragmentos hermosos que nos llaman a la reflexión, y es así como la utilizamos. El resultado es que, en el sentido usual de 'leer', nunca jamás leemos la Biblia...

Dios no desea que la lectura de la Biblia funcione simplemente como una droga para mentes atormentadas. La lectura de las Escrituras sirve para despertar nuestra mente, no para hacernos dormir. Dios nos pide que nos acerquemos a las Escrituras como su Palabra...

... debemos leerla como una unidad. Y cuando la leemos, debemos preguntar: ¿Cuál es el argumento de este libro? ¿Cuál es su tema? ¿De qué se trata? A menos que respondamos a estas preguntas, nunca veremos lo que nos dice de nuestra vida."


Espero que tomemos el tiempo para leer la Biblia y el tiempo necesario para reflexionar en estas peguntas y aplicarlas a nuestra vida diaria. Que su Palabra alumbre nuestro andar.

GB
21-22
* Nota: Este libro también ha sido traducido con el título: El Plan de Dios para su Vida