Orando por los Menos Afortunados

La cita de esta semana es de uno de los libros que más me ha impactado en mucho tiempo: Until Justice & Peace Embrace (Hasta que la Justicia y la Paz se Abracen) de Nicholas Wolterstorff. Este párrafo fue especialmente desafiante porque en mi país, existen niños que mueren de hambre, familias que duermen en la calle, huérfanos, viudas, ancianos, discapacitados y un sin número de grupos de personas que sufren todos los días. Personas que se han vuelto invisibles porque son tantas y no me atrevo a voltear a donde estén ellos porque algo dentro de mi me dice que algo está mal.

Hay dos aclaraciones que me gustaría hacer. En primer lugar el uso de la palabra "tradición" no tiene muy buena reputación entre nosotros los protestantes. Casi pensamos que es malo que se asocie con nuestras creencias porque "tradicionalmente" nos han enseñado que nosotros buscamos una relación más que una tradición. Sin embargo, el punto es que no importa la iglesia, tenemos tradiciones y no son malas en sí.

"La apropiación de la tradición de uno no implica ni su aceptación acrítica ni su rechazo total; implica una adaptación que filtra sus características de acuerdo a las situaciones de cada uno... Para mi la tradición representaba cierto tipo de teología y cierto tipo de piedad. La piedad era más evidente en las oraciones. Según la forma en que las recuerdo, tenían una estructura como la siguiente 'Te agradecemos, Señor, por las muchas bendiciones que nos has brindado, y te pedimos que recuerdes a aquellos menos afortunados que nosotros.' Esta actitud comunica la idea de que el trabajo de Dios era cuidar de los oprimidos y desdichados de este mundo; nuestra tarea era solo orar para que Él no los olvidara."

El segunda aclaración es que no hay nada de malo en orar por los necesitados - de hecho tenemos la responsabilidad de hacerlo. El problema que señala el autor es que muchas veces tenemos la posibilidad de ser los instrumentos que Dios usa para aliviar el dolor de otras personas y lo evadimos.

Oremos y actuemos para que nuestras oraciones y nuestras acciones no sólo vayan en la misma dirección, sino que se acompañen mutuamente.

GB

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