Estamos en Semana Santa, una semana crucial para el cristianismo. Lo que en un principio pareció una derrota, fue al final un gran triunfo. Eso es lo que celebramos: la victoria del Señor Jesús sobre la muerte. La cita de hoy es del libro The Life and Teaching of Jesus (La vida y las enseñanzas de Jesús) de James S. Stewart (1896-1990), un escocés que es considerado el mejor predicador del siglo XX de acuerdo a la revista Preaching en 1999. Obviamente este no es la razón para citarlo, sino porque sus comentarios me parecen oportunos para esta semana, que nos recuerda que la muerte de Jesús no fue el fin.
"Nunca hubo un emprendimiento que pareciera más fracasado que aquél cuando Jesús de Nazaret fue bajado de la cruz y posado en la tumba. '[Jesús] Fue crucificado, muerto y sepultado' dice el Credo de los Apóstoles, y las mismas palabras parecen cargadas con un terrible final. Si los discípulos llegaron a pensar en el futuro, se veían a ellos mismos regresando secretamente con el rostro lleno de vergüenza a los hogares que ellos alguna vez habían dejado con tanto ánimo cuando Jesús los llamó, y ellos podían escuchar las risas burlonas y bromas en las calles de su pueblo ante su regreso tan infame. Pedro dijo 'Yo voy a pescar', pero sabía muy bien que aunque retornara a su antigua vida en el mismo punto en donde la había dejado, nunca estaría contento: su experiencia con Jesús estaba enmedio, y lo había arruinado para siempre. No solamente Cristo estaba muerto: la cristiandad estaba muerta. Y en su tumba había sido colocada una gran roca de deseperanza.
... En el drama de John Mansfield The Trial of Jesus (El juicio de Jesús), ... la esposa de Pilato lo llama [al centurión a cargo de la ejecución de Jesús] y le pide que le cueente cómo murió el prisionero... '¿Piensas que está muerto?' pregunta ella repentinamente. 'No señora', responde Longinus, 'no lo creo'. 'Entonces, ¿dónde está?' [pregunta ella]. 'Suelto en el mundo, señora, donde ni romano ni judío pueden detener su verdad.' [responde el centurión]... No era el fin. En las grandes, simples palabras del Credo, 'Al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso.'"
Su muerte no fue el fin. Fue un medio para salvarnos. Un encuentro con Él cambia la historia de cada uno de nosotros. Celebremos la victoria porque Jesús ha resucitado. ¡Sí, Él ha resucitado!.
Felices pascuas.
GB
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