Saludos,
Estamos llegando a la semana que recordamos el sacrificio del señor Jesús en la cruz. Por esta razón intentaré mantener este tema durante las próximas semanas, para que de alguna manera nos podamos ir preparando para recordar ese evento que cambió drásticamente la historia.
La cita viene de un ensayo escrito por Sinclair B. Ferguson, un escritor escocés. Este ensayo se llama Preaching the Atonement (Predicando la Expiación) y se encuentra en el libro The Glory of the Atonement (La Gloria de la Expiación).
Debo señalar que su artículo está dirigido a pastores y maestros,
sin embargo me parece que las preguntas (y respuestas) son igualmente válidas para todos los cristianos y cristianas. Cuando hablamos de Jesús, ¿qué enfatizamos? ¿de las 20 formas para tener una familia feliz? ¿de cómo tener una vida y ministerio con propósito? ¿de cómo ser bendecidos en todas las áreas de
nuestra vida? ¿de los pasos para ser siempre victoriosos?, etc. Estoy convencido que todos estos temas son buenos e importantes, pero creo con el autor, que no deben ser el tema central del cristianismo.
Lo último que tengo que decir, es que es muy duro y desafiante, pero vale la pena reflexionar al respecto.
"... sin expiación, no hay evangelio...
Por supuesto, la cruz es el tema central subyacente que con frecuencia surge en toda predicación
evangélica, como también lo era para el apóstol Pablo...
Durante las últimas décadas los evangélicos (...) han inundado el mercado con literatura y oportunidades de enseñanza con una variedad de temas que van desde la creación hasta lo escatológico [el fin de los tiempos]. Pero ¿cuándo fue la última vez que asististe a una
conferencia cristiana que tenía la cruz de Cristo como su tema y se enfocó en el significado y la relevancia de la muerte de Cristo? Muchos (probablemente la mayoría) libreros de pastores-maestros gritan con libros que contestan la pregunta '¿Cómo puedo?' pero tienen pocas obras que contesta la pregunta '¿Cómo lo hizo?'
Esta pregunta se vuelve más aguda ... ¿Con cuánta seguridad podemos decir que la predicación contemporánea evangélica 'se han propuesto a no saber cosa alguna entre nosotros sino a Jesucristo, y a éste crucificado(1Co 2:2)?
... La cruz puede ser asumida y presupuesta, pero está oculta. Éste es el escándalo del púlpito de fines del siglo XX y principios del XXI: el ocultamiento de la cruz.
...
Para un mundo alienado de Dios, el evangelio llega como el mensaje de reconciliación."
El precio que pagó Dios fue muy alto: su propio y único hijo. El precio que pagó Jesús también es muy alto: su propia vida. El Espíritu Santo, como parte de la Trinidad, de alguna manera también compartió el costoso y doloroso pago. No olvidemos hablar de la cruz.
¡Felices pascuas!
GB