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abril 26, 2016

Una nueva actitud hacia los pobres


     Saludos,

     es difícil describir la situación actual de la humanidad sin considerar el nivel de pobreza en el mundo.  Las guerras, los desastres naturales, explotación y varios otros factores contribuyen para que esto suceda.

     Tim Keller, pastor en una iglesia en Nueva York, en su libro Generous Justice (Justicia Generosa), nos hace ver la necesidad que tenemos como cristianos para compartir lo que Dios nos ha dado.  En medio de una sociedad individualista y materialista, la iglesia no puede ni debe olvidar que su llamado es hacia la totalidad de las personas.  El evangelio no puede limitarse únicamente a aspectos espirituales; el evangelio afecta también las emociones y lo material. 

     Keller afirma, acertadamente, que como cristianos no podemos mantenernos indiferentes ante las necesidades físicas de las personas, ya que esto es una evidencia de los cambios internos que tiene una persona que verdaderamente ha recibido a Jesús.  Espero que lo disfruten.

     "Jesús dijo, 'dichosos los pobres en espíritu' (Mt 5:3), y a través de los siglos, la mayoría de los académicos han entendido que la bendición y salvación de Dios llega a aquellos que 'reconocen su bancarrota espiritual.'  Esto significa que ves que estás profundamente endrogado ante Dios, y que no tienen siquiera la capacidad para comenzar a redimirse a ellos mismos.  La generosidad gratuita de Dios hacia ti, es lo único que te hace salvo.  ¿Qué pasaría si, de alguna forma, no eres pobre en espíritu?  Eso significaría que tú no crees que eres tan pecador, tan moralmente en la bancarrota, y tan perdido, que sólo la gracia gratuita de Dios puede hacer posible tu salvación.  Es posible que encuentres las doctrinas de la profundidad del pecado humano y su perdición demasiado duras.  Por el otro lado, crees que Dios te debe algunas cosas - él debería contestar tus oraciones y bendecirte por las muchas cosas buenas que has hecho.  Aunque la Biblia no utiliza ese término, podemos inferir que tú eres de 'clase media espiritual.'  Tú crees que te has ganado cierta posición delante de Dios a través de tu trabajo duro.  También crees que tu éxito y recursos son principalmente el resultado de tu propia iniciativa y energía. 

     Mi experiencia como pastor ha sido que aquellos que pertenecen a la clase media espiritual tienden a ser indiferentes hacia los pobres, pero la gente que logra comprender el evangelio de la gracia y se vuelven espiritualmente pobres, descubren que sus corazones gravitan hacia los materialmente pobres.  En la medida en la que el que el evangelio da forma a tu auto-imagen, estarás identificado con aquellos en necesidad.  Notarás sus ropas andrajosas y pensarás: 'Toda mi justicia es un trapo andrajoso, pero en Cristo podemos ser arropados con su manto de justicia.'  Cuando se trata de aquellos que son económicamente pobres, no les puedes decir, '¡esfuérzate y hazlo por ti mismo!' simplemente porque no lo hiciste así espiritualmente.  Jesús intervino a tu favor.  Tampoco dirás, 'No te ayudaré porque tú solo te metiste en este lío,' ya que Dios vino a la tierra, se mudó a tu barrio espiritual (si así puede llamarse), y te ayudó a pesar de que tus problemas espirituales eran por tu propia culpa.  En otras palabras, cuando los cristianos que entienden el evangelio ven a una persona pobre, ellos se dan cuenta que se están mirando al espejo.  Su corazón se conecta con esta persona sin un trazo de superioridad o indiferencia.


    En su carta a la iglesia, Santiago dice que el cristiano pobre 'debe sentirse orgulloso de su alta dignidad', pero que el rico 'de su humilde condición. El rico pasará como la flor del campo' (Stg 1:9-10).  Es una oración maravillosamente u paradójica.  Cada cristiano en Cristo es un pecador que merece la muerte y también un hijo adoptado por Dios, totalmente aceptado y amado.  Esto es cierto de los cristianos sin importar su estatus social.  Pero Santiago propone que cada persona económicamente bien que se vuelve creyente debería beneficiarse espiritualmente al pensar de su pecaminosidad delante de Dios, ya que no puede obtener nada de este mundo excepto adulación.  Por el otro lado, la persona pobre que se vuelve creyente, sería beneficiada espiritualmente al pensar acerca de su nuevo estatus espiritual elevado, ya que de este mundo sólo obtiene desdén. 

     Aquí vemos por qué Santiago después podrá decir que la preocupación por los pobres y el generoso compartir de la riqueza son evidencias inevitables de alguien que ha entendido el evangelio de la gracia.  El mundo hace de las clases sociales el fondo de las identidades.  Tú eres tu clase social y tu cuenta bancaria - esa es la base para tu auto-concepción.  Pero en el evangelio estas cosas son degradados y puestos a la periferia.  Alguien que no muestra al menos algunas evidencias de una transformación gradual en este sentido, no da evidencia de haber entendido el evangelio.  Así, Santiago puede decir que la fe sin respeto, amor y preocupación práctica por los necesitados es muerta..."
102-104

     El señor Jesús también vive mostrando que el bienestar físico de las personas era importante para él: alimentó a multitudes, sanó a los enfermos y hasta resucitó a personas que habían muerto.



     Un verdadero encuentro con Jesús nos hace entender su gracia y esto, a su vez, nos transformará profundamente.  Esta transformación será completa.  El amor al prójimo no es condición - es consecuencia de haber entendido la gracia.

     Esperando que la gracia de Dios nos transforme día con día,


Guillermo Bernáldez Flores

abril 06, 2016

La Biblia y los derechos humanos




     Saludos, 

seguramente estamos al tanto de la situación de los refugiados en Europa.  También de asesinatos, abusos, violaciones, etc.  Con frecuencia, los cristianos tendemos a abstraernos y enfocarnos en cosas más espirituales.  John Stott, en su libro Human Rights & Human Wrongs (Derechos humanos y errores humanos), habla de este tema que puede prestarse a fuertes debates.

     El texto de hoy es difícil porque colocar la otra mejilla va contra nuestra naturaleza, pero es lo que Jesús nos enseñó y espera de nosotros.  Pero presento el texto y espero que lo disfruten. 

     Stott analiza estos temas mostrando que los extremos de la negligencia y los activismos sin la confrontación del pecado, no son alternativas para el cristiano.  Al mismo tiempo, muestra que la Dios se preocupa por estos temas al mencionarlos con frecuencia en la Biblia. 

     "La Biblia dice mucho acerca de defender los derechos de otras personas, pero poco acerca de defender los nuestros.  Por el contrario, cuando menciona los nuestros, enfatiza nuestras responsabilidades, no nuestros derechos.  ¡Tenemos que amar a Dios y amar a nuestros vecinos!  Estos mandamientos primarios resumen todo nuestro deber; porque 'De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas' (Mt 22:40).  De hecho, lo que la Biblia contiene, como escribió el Dr. Christopher Wright, es una 'Declaración Universal de Responsabilidades Humanas' (especialmente en términos de amar a Dios y al prójimo), no de derechos humanos.   De hecho, la Biblia va más allá y los une.  Enfatiza que nuestra responsabilidad es asegurar los derechos de las otras personas.  Hasta, debemos abandonar nuestros propios derechos para lograrlo. 

     El ejemplo supremo de este abandono responsable de derechos es Jesús.  Aunque eternamente 'quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse.  Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos' (Fil 2:6-7).  A lo largo de su vida fue víctima de abusos de derechos humanos.  Él fue un refugiado en Egipto cuando era bebé, un profeta sin honor en su propia tierra, y el Mesías rechazado por el establecimiento religioso de su propio pueblo, al cual había ido.  Se volvió un prisionero de la consciencia, negándose a comprometer su obra para asegurar su libertad.  Fue acusado falsamente, condenado injustamente, torturado brutalmente, y finalmente crucificado.  Y, a través de su sufrimiento, él no se defendió o demandó sus derechos, para que con su sacrificio pudiera servirnos a nosotros.

     Pablo nos exhortó para que tuviéramos la mente de Cristo.  Y Pablo practicó lo que predicaba.  Él tenía derechos como apóstol (a casarse y a recibir apoyo económico).  Pero renunció a ellos por amor al evangelio, para volverse esclavo de todos y de esta manera, ser siervo de los derechos de los otros (ver, por ejemplo, 1Co 9).


     Renunciar a los derechos, aunque parezca no natural e idealista, es una característica esencial de la nueva sociedad de Dios.  En el mundo, la gente afirma sus propios derechos y ejerce autoridad. 'Que no sea así con ustedes', dijo Jesús.  Por el contrario, en su comunidad, aquellos que aspiraban a grandeza, debían volverse siervos, el líder en esclavo, el primero en último.  Porque el amor 'no busca lo suyo', escribió Pablo.  Esta postura fundamental, enseñada por Jesús, tiene aplicación en todas las circunstancias.  Por ejemplo, los cristianos no deberían enjuiciarse mutuamente, especialmente en una corte no creyente.  El litigio entre cristianos era un escándalo en Corinto, y todavía lo es en India, Sri Lanka, Pakistán y otros lugares.  En última instancia, los cristianos deberían arreglar sus problemas entre ellos mismos.  Mejor todavía, ¿por qué no ser el agraviado?  ¿Por qué no ser el engañado?  ¿No es lo que enseñó Jesús?  Otra aplicación fue para los cristianos del primer siglo que tenían amos crueles.  ¿Si los golpeaban injustamente?  Ellos debían soportarlo pacientemente, siguiendo los pasos de Jesús, quien no se vengó, sino que confió su causa al justo Juez de todos.  Este último punto, de la no venganza de Jesús, estaba acompañado de una entrega de sí mismo a Dios, es una buena adición. Renunciar a los derechos no es ceder a los abusos.  La razón por la que nosotros no juzgamos es porque esa es una prerrogativa de Dios, no de nosotros (Rm 12:19).  Además, Jesús viene una vez más, entonces todo el mal será juzgado, y la justicia será finalmente vindicada en público.

     Ésta es entonces, una perspectiva cristiana de los derechos humanos.  Primero, afirmamos la dignidad humana.  Porque estamos hechos a la imagen de Dios para conocerlo, servir a otros, y ser mayordomos de la tierra, por lo tanto, las personas deben ser respetadas.  Segundo, afirmamos la igualdad humana.  Porque todos los seres humanos han sido creados según la imagen del mismo Creador, por lo tanto, no debemos ser serviles a unos y despreciar a otros, sino tratar a todos con imparcialidad.  Tercero, afirmamos la responsabilidad humana.  Porque Dios nos ha dicho que amemos y sirvamos a nuestros prójimos.  Así es que debemos luchar por sus derechos al tiempo que renunciamos a los nuestros para poder lograrlo."
pp. 176-177

     Sin duda un texto que nos lleva a la reflexión profunda y también nos confronta con nuestro ego.  Pero creo que es necesario porque nuestro testimonio es necesario en medio de una sociedad individualista e indiferente.

     Tener la capacidad de amar a Dios (lo cual decimos que hacemos) y a nuestro prójimo (que también decimos hacer), debe llevarnos a mostrarlo más allá de las palabras.  Requiere sacrificios, y tengo que reconocer que no siempre estoy dispuesto a hacerlo, por lo que tengo que reconocer que la presencia del Espíritu Santo es la que nos capacita para marcar la diferencia. 



     Espero que podamos ser sal y luz en este mundo desabrido y oscuro, porque la presencia de Dios es real en cada uno de sus hijos e hijas.

Guillermo Bernáldez F.

marzo 17, 2016

El Cuidado de Dios

     Buen día,

Dios promete que cuidarnos siempre, su ángel acampa alrededor de los que le tememos (Sal 34:7).   Sin embargo, existen ocasiones en las que uno siente que Dios está distante y ajeno a lo que nos pasa.  Por más cierto que parezca, esto no es real.  No se debe a que Dios esté lejos, sino que Dios está trabajando de maneras que nos es imposible percatarnos.

     R. Kent Hughes, en su comentario al Evangelio de Marcos, "Mark - Jesus, Servant and Savior" (Marcos - Jesús, siervo y salvador) cita una historia que se había publicado muchos años antes, Moody Monthly (1926).  Hughes no menciona al autor, pero la historia es fascinante. 

     Lo escrito por Hughes está en el azul tradicional en este blog, y la historia que cita, en azul más oscuro.  Espero que la disfruten.

     "La revista Moody Monthly (Moody Mensual) se ha reimpreso desde que publicó su primer artículo en 1926, una historia que para mí se ha convertido en uno de los ejemplos más bellos del poder de Dios para proteger a sus hijos.  Ira Sankey era co-evangelista, solista y director de música para D. L. Moody.  Su asociación comenzó en 1870, cuando Moody lo escuchó cantar en una convención de escuela dominical, y continuó a lo largo de un cuarto de siglo.  En realidad, ésta despegó en 1873 cuando ellos organizaron campañas evangelísticas increíblemente exitosas por dos años en Edimburgo, Glasgow y Londres.  Cuando ellos regresaron a los Estados Unidos en 1875, ellos se habían convertido en figuras internacionales. 


     Era Noche Buena, 1875, y Sankey estaba viajando en un barco de vapor en el Río Delaware.  Era una noche estrellada maravillosa, y muchos pasajeros estaban en la cubierta y animaban al famoso evangelista para que cantara.  Sankey, que se encontraba recargado en uno de los tubos del barco mirando las estrellas mientras oraba en silencio, accedió y quería cantar una canción navideña, sin embargo, algo lo instó a cantar 'Salvador, guíanos como un pastor' de William Bradbury.

     Había un silencio profundo al tiempo que su voz de barítono flotaba a través del río esa Noche Buena.  Cuando terminó, un hombre salió de entre las sombras y dijo: '¿Alguna vez sirvió usted en el Ejército de la Unión?'
     'Sí,' contestó el Sr. Sankey, 'en la primavera de 1860'.
    

 '¿Recuerda si usted estaba de guardia en una noche de luna muy brillante en 1862?'
     'Sí,' contestó el Sr. Sankey, muy sorprendido. 
     'Yo también, pero yo servía al Ejército Confederado.  Cuando lo vi parado en su puesto, levanté mi mosquetón y apunté.  Yo estaba en las sombras, completamente oculto, mientras que la luz de la luna lo iluminaba a usted.  En ese momento, igual que hace apenas un momento, usted levantó los ojos al cielo y comenzó a cantar.  Pensé, 'Voy a dejar que termine esta canción.  Puedo dispararle después...  Pero la canción que cantó entonces, es la misma que acaba de cantar.  Escuché las palabras claramente: 'Somos tuyos, porque te hiciste nuestro amigo.  Sé el guardián de nuestro camino.'

     'Esas palabras despertaron muchas memorias.  Comencé a pensar en mi infancia y el temor a Dios que mi madre me inculcó.  Ella me había cantado esa canción muchas veces...  Cuando había terminado la canción me era imposible apuntarle nuevamente.  Pensé que el Señor quien es capaz de salvar a un hombre de una 
muerte segura debe ser grande y poderoso.  Y mi brazo cayó a mi costado.'

     Desconociendo cualquier peligro, Ira Sankey, fue librado de una muerte segura.  ¿Una coincidencia?  ¡Difícilmente!  Fue el poder del Dios soberano quien preparó todo para que cantara esa canción aquella noche, las mismas notas familiares que trajeron memorias de quien debía matarlo y estuvo en sus manos.  Dios protege a los suyos, y ninguno de nosotros nos iremos antes de que sea nuestro tiempo."
pp. 110-112

     Uno sólo puede ponderar cuántas veces el ángel de Dios nos ha librado de peligros y de muerte sin que nosotros estemos conscientes de ello.  En esta historia, Dios permitió que Sankey echara un vistazo de la forma práctica en la que Dios obró para salvarle la vida.  Aunque Sankey nunca hubiera sabido esto, no minimiza el gran amor y fidelidad de Dios hacia los suyos. 


     Después de haber leído esta historia, me pregunté cuántas veces me he sentido abandonado, sin haberlo estado en realidad.  No es necesario tener una experiencia visual, nos debe bastar su palabra dada.  Pablo nos recuerda que vivimos por fe y no por lo que vemos (2Co 5:7).

     Confiando en las promesas de Dios,

Guillermo Bernáldez F.

marzo 02, 2016

Oración y Metáforas


     Buen día, 

sin duda Eugene Peterson es una de las voces con más influencia en el cristianismo, particularmente en lo referente a una vida devocional y de oración.  Su libro Answering God (Contestando a Dios), cuyo subtítulo es Los Salmos como una herramienta para orar, ha sido un libro que me ha desafiado en gran manera.  Obviamente en lo que se refiere a la oración.  

     La sección que presento es del capítulo en el que Peterson habla del uso de la metáfora.  El diccionario de la Lengua Española lo define así: "Traslación del sentido recto de 
una voz a otro figurado en virtud de una 
comparación tácitacomo en las perlas 
del rocíola primavera de la vida o 
refrenar las pasiones."

    Esto lo hace porque los salmistas se refieren a Dios de esta forma con frecuencia.  Lo he intentado y, aunque parezca sencillo, me es difícil.  Se los presento con la esperanza que los ayude en su vida de oración.

     "Es importante que, mientras los salmistas llamaron roca a Dios, nunca colocaron una roca y la llamaron Dios.  Ellos llamaron pastor a Dios, pero nunca encontraron un pastor apuesto ni hicieron una estatua para preservar la forma de Dios.  Ellos llamaron escudo a Dios, pero nunca embellecieron uno con piedras preciosas, lo colgaron en un lugar sagrado y lo adoraron.  Los hebreos, que vigorosamente insistieron en la santidad de la materia y en la divinidad de la creación - ¡que la tierra misma era sagrada! - insistían, también que Dios no rea materia y que no podía ser representado por la materia, ni siquiera por materiales preciosos como plata y oro.  Ellos sabían, por los mandamientos y por la práctica de la oración, la diferencia entre un ídolo y una metáfora.  Un ídolo reduce y encierra; una metáfora expande y conecta.  Un ídolo comienza con un misterio y lo moldea en algo que puede ser medido; una metáfora comienza con algo común y deja que se expanda en algo de gloria inmesurable. Un ídolo acumula divinidad en su masa - algunas veces una masa elegantemente ejecutado, pero masa finalmente - que puede ser controlada; una metáfora coloca materialidad al lenguaje - el momento en que la palabra es dicha ya no está en control, sino que está sujeta a la dinámica de la espontaneidad de la conversación en la que el Dios vivo es nuestro compañero. 

     Los Salmos que nos enseñan a orar por medio de la metáfora, usando la experiencia de los sentidos para desarrollar la experiencia de la fe en nosotros, llegar a la llenura de Cristo quien fue verdadera carne y sangre ('lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que hemos tocado con las manos,' (1Jn 1:1) lo que vindica la bondad de la creación material.  Jesús, consistente con lo dictado por la metáfora, también era vergonzosamente ordinario - '¿No es éste el hijo de José?' (Lc 4:22); '¿Por qué come su maestro con recaudadores de impuestos y con pecadores?' (Mt 9:11) - y de esta manera dando un portazo contra todo tipo de elitismo espiritual.  Jesús, en la línea de los Salmos, nos enseñó a orar usando metáforas: 'Cuando oren, digan: Padre' (Lc 11:2).


   Las metáforas de los Salmos a través de la encarnación de Cristo se vuelven una vida sacramental, una vida en la que todo, cada cosa y persona media a Dios.  Jesús era el maestro de lo sacramental.  Él usó cualquier cosa que tenía a mano para que nos percatáramos de Dios y después, para que respondamos a Dios.  El momento en que Jesús tomaba algo, era claro que no era algo extraño, sino algo que pertenecía, una pieza de la creación de Dios que era una forma de encontrar a Dios.  Los cántaros de agua en Canaán, el sonido del viento en Jerusalén, las olas del Mar de Galilea, la camilla del paralítico en Betesda, el cadáver de Lázaro.  Cosas.  'No vale la pena intentar ser más espiritual que Dios.  Dios nunca quiso que un hombre fuera únicamente una criatura espiritual.  Esa es la razón por la que usó cosas materiales como el pan y el vino para colocar nueva vida en nosotros.  Es posible que pensemos que esto es muy crudo y no espiritual.  Dios no: Él inventó que comiéramos.  A Él le gusta lo material.  Él la hizo ser.' (C. S. Lewis).

     El Barón Friedrich von Hügel nunca se cansó de decir que el espíritu y los sentidos van de la mano en la oración cristiana.  Cada vez que vemos a los seres creados dentro del mundo y los consideramos simplemente como son y en profundidad, y oramos por lo que vemos, somos llevados por y a través de ellos a Dios, por quien toda criatura existe y por quien cada criatura manifiesta.  Las cosas no pueden ser obviadas.  Son tan esenciales en la oración como los alimentos y un lugar para dormir.  La metáfora en la oración desarrolla la vida sacramental, elimina la ilusión y evasión para que podamos orar experimentando, viendo, oliendo, tocando y respirando la realidad de nuestros días, y entonces amarlos u odiarlos, bendiciéndolos o maldiciéndolos, cualquier cosa que decidamos, pero nunca seremos indiferentes a ello, nunca aislados de ello."
pp. 77-79


     Ciertamente, el libro de los Salmos nos muestra cómo podemos dirigirnos a Dios, como lo hacía el pueblo de Dios.  Lo hicieron en diferentes circunstancias: exilio, guerra, persecución, opresión, victoria, etc.  

     Orar a Dios es más que agradecer y pedir.  No dejemos de pensar en esto y que nos ayude a desarrollar una vida de oración - una vida de conversación con el Creador de todo lo que existe.


Guillermo Bernáldez