Hablando con nuestra sociedad

Saludos, 

     Esta ocasión les comparto un texto un poco más técnico, pero que considero altamente importante porque me parece que es un buen recordatorio del papel evangelizador de la Iglesia.  En su libro Planting New Churches in a Postmodern Age (Plantando nuevas iglesias en una era posmoderna), Ed Stetzer nos recuerda que la Iglesia tiene mayor impacto cuando logra conectarse con la sociedad en la que está inmersa.

     Como Iglesia debemos aprender a comunicarnos con nuestros semejantes.  Las preguntas y preocupaciones de la sociedad actual son diferentes a las que enfrentaron nuestros padres o nuestros abuelos.  Entonces, ¿por qué seguimos usando los mismos métodos que usaron ellos?  Al mismo tiempo, no se trata de innovar por innovar, sino que 
debemos mantener la esencia del evangelio.  Stetzer agrega que debemos "estar comprometidos con usar nuevos métodos al tiempo que mantenemos la integridad del evangelio y la comunidad cristiana."  Espero que este sea útil, interesante y de bendición.

     Una iglesia se vuelve misional cuando permanece fiel al evangelio y, simultáneamente, busca cómo contextualizar el evangelio (hasta donde le sea posible) para que el evangelio aborde la cosmovisión (la forma en la que se ve y se entiende nuestro mundo) de los que nos escuchan.  El ejemplo más obvio es Pablo y su encuentro con los griegos en el Cerro de Marte.  Pablo intentó conectarse con la cosmovisión de sus escuchas. 

Pablo se puso en medio del Areópago y tomó la palabra: —¡Ciudadanos atenienses! Observo que ustedes son sumamente religiosos en todo lo que hacen.  Al pasar y fijarme en sus lugares sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: A UN DIOS DESCONOCIDO. Pues bien, eso que ustedes adoran como algo desconocido es lo que yo les anuncio. (Hc 17:22-23, énfasis añadido)

     Pablo es un excelente ejemplo de lo que significa ser un misionero.  Él intentó entender el contexto de la gente a la que estaba evangelizando.  Su forma de alcanzarlos era controvertida entonces, y lo sigue siendo.

     Pablo hizo cuatro cosas en su esfuerzo para ser culturalmente relevante:

• Él entendió la posición ateniense de la realidad.
• Él entendió un interés subyacente por lo espiritual.
• Él buscó puntos positivos en su cosmovisión. 
• Él los animó a encontrar satisfacción plena en Cristo. 

     El libro de los Hechos indica que Pablo se acercaba a los judíos y a los gentiles de distinta forma.  Él los abordaba basado en la cultura de ellos y el pre-entendimiento que ellos tenían de las verdades del evangelio.  Con los judíos, Pablo razonaba acerca del papel salvador y de la resurrección del Mesías (Hc 17:1-4).  Con los gentiles, el razonamiento de Pablo era más básico - enfocándose en temas como la resurrección, la moralidad y el juicio.  En todos los casos, la cultura del escucha impactaba los métodos evangelísticos de Pablo. 

     El evangelismo culturalmente apropiado contesta las preguntas que se hacen actualmente, en lugar de las preguntas que la iglesia cree que la cultura está haciéndose.  Esto es evidente en 1 Pedro, "Más bien, honren en su corazón a *Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes." (1Pe 3:15).  De hecho, las preguntas del mundo deberían determinar las metodologías y las expresiones de la iglesia nativa.

Pp. 20-21

     Obviamente no hay un acercamiento que funcione para todas las variantes.  Para poder tener un impacto significativo será necesario que nos esforcemos para entender nuestro medio y proponer formas creativas para alcanzar a los que están en nuestro entorno, siempre teniendo en cuenta la respuesta está en Jesús y no en nuestras habilidades.  

     Los dos extremos que debemos evitar son el sincretismo o la irrelevancia.  Es decir, por un lado, parecernos tanto a nuestra sociedad que no se note nuestra presencia; por el otro, mantener métodos tradicionales que no comunican nada importante a las personas de nuestro medio. 

     Por lo tanto, pidamos a nuestro Padre que nos dé sabiduría para que podamos ser sal y luz en este mundo insípido y oscuro. 

     En el nombre del Dios de ayer, hoy y la eternidad

Guillermo Bernáldez Flores