Espero que estén pasando un buen día. Esta semana les presento una historia que se encuentra en el libro Red like Blood (Roja como la sangre) de Joe Coffey y Bob Bevington. En esta sección es Bob quien cuenta su historia y habla de Joe, el pastor de la iglesia.
Esta historia me gusta porque me hace pensar en lo que debe ser la iglesia: un lugar en el que todos son bienvenidos para conocer el amor de Dios y ser confrontado con su palabra. El testimonio de Bob es como el de muchos, complicado y difícil. Para personas como él, no es fácil acercarse a la iglesia porque saben que la gente los puede señalar y, en algunos casos, ser rechazados. La actitud del pastor, Joe, fue valiente, arriesgada, pero acertada y llena de amor. El resultado, la vida transformada de una persona para la gloria de Dios. Espero lo disfrutes.
"Cuando conocí a Joe Coffey por primera vez tenía una resaca. Mi primera esposa, Rita, me llevó a Christ Community Chapel (CCC), una iglesia que se reunía en el gimnasio de una escuela. Recuerdo que pensé que era un lugar extraño para una iglesia.
Una semana después, entré a su oficina y me senté para tener una conversación cara a cara. Revisé la sórdida letanía de eventos, toda la terrible historia, aunque estaba casi seguro que Joe estaba al tanto de ella. Le dije, 'No sé si recuerdas...'Joe me miró directo a los ojos. No estaba sonriendo. 'Sí, sí recuerdo.'
'¿No crees que sería más fácil para todos si encontráramos alguna otra iglesia?'
Joe titubeó. Mordió su labio. Hubo un gran silencio. Yo estaba sentado en la orilla de mi silla.
'No,' dijo, 'No creo que sea necesario.'
Joe me ofreció gracia ese día. Era claro - él sabía que la respuesta fácil a mi pregunta era 'Sí, busquen otro lugar.' Pero en lugar de tomar el camino fácil, él me ofreció gracia. Lo sentí en lo profundo de mi alma. En ese instante me di cuenta que CCC era un lugar seguro para los pródigos que regresaban..."
pp 11-13
Al leer la historia y la reacción de Joe, me pregunté cómo hubiera reaccionado yo. También me pregunté cómo reaccionaría la iglesia en donde sirvo. El camino fácil es muy tentador.
Para poder alcanzar al mundo y ser luz dentro de éste, debemos saber cómo comunicar el mensaje de redención, es necesario que sepamos comunicarlo verbalmente, pero también de forma práctica. Es importante considerar si la iglesia es un lugar en donde la gente - sea cual sea su situación - se siente bienvenida. No se trata de ser indulgentes con el pecado, sino de amar al pecador. Porque todos somos pecadores y sabemos que Dios nos ama. Esa es la razón por la que Jesús vino al mundo.

Espero que podamos entender la gracia con la que hemos sido perdonados para que podamos compartir con la misma gracia.
Guillermo Bernáldez Flores




