Visitas

free counters

mayo 15, 2012

Unidad del Cuerpo Humano


        Saludos,

gracias por la paciencia que han tenido para seguir viendo el blog a pesar de la falta de actividad.  Me he envuelto en lecturas teológicas más densas y abstractas que, aunque necesarias, no siempre son fáciles para compartir.  

        Esta semana la cita es de Dennis McCallum que es editor y colaborador del libro "The Death of Truth" (La muerte de la verdad).  Un libro que nos confronta a entender la cultura en la que vivimos en mayor o menor grado: el posmodernismo.  Es cierto que no se manifiesta de igual manera en todas partes, sin embargo existen características que se pueden identificar con cierta facilidad.  Si bien algunos argumentan que este periodo ya ha terminado, también podemos ver que algunas de sus características siguen vigentes.  


       Los autores del libro mencionan varias áreas en las que se puede identificar el comportamiento posmoderno: multiculturalismo, rechazo de la razón, diversidad, etc. El tema de hoy se centra en la razón y el rechazo de ella que se hace evidente en muchas iglesias, para dar paso a "sentir" las diferentes formas en las que se manifiesta el Señor.  Y como lo señala el autor, no es que deba desacreditarse o suprimirse el sentimiento - éste debe ser interpretado por la razón.  Pero tampoco se debe enfatizar exclusivamente el uso de la razón y excluir los sentimientos. 
 
       El McCallum utiliza la expresión "cabeza" para referirse a lo racional y "corazón" para lo que manejamos como sentimientos, corazonadas, instinto, etc.  Las he mantenido en esa forma por respeto al texto original.
 
       "Una tendencia es particularmente perturbadora: un creciente llamado a abandonar el 'conocimiento de la cabeza' en favor de un 'conocimiento del corazón'.  Stanley Grenz es un caso típico cuando argumenta que en su nueva 'teología evangélica posmoderna' debemos afirmar que un 'corazón correcto' es prioritario sobre una 'cabeza correcta'.  Estoy en total desacuerdo.  Aquellas personas con corazones correctos y cabezas equivocadas podrían encontrarse perfectamente entre  los que se incineraron para morir en Waco, Texas, con David Koresh.  Sus corazones estaban inclinados a seguir a Dios, a obedecer, pero sus cabezas estaban equivocadas - ¡ellos tenían a un Cristo equivocado!  Las personas que buscan separar el corazón y la cabeza están haciendo algo que la Biblia no enseña.

       El conocimiento puede envanecer, como lo advierte Pablo en 1 Corintios 8:1.  Debemos reflexionar sobre el papel de la experiencia, tanto negativa como positiva, en la vida cristiana.  Estos puntos no los cuestionamos.  El problema viene cuando el conocimiento del corazón y el conocimiento de la cabeza son vistos como 'opciones alternativas excluyentes' y no como 'dos partes incluyentes'.  Dicha división entre nuestra 'cabeza' y nuestro 'corazón' es peligrosa.  Lo que conocemos con nuestra cabeza y nuestro corazón debe ser lo mismo y no diferente.  El conocimiento de la cabeza y el del corazón siempre deben ser compatibles.  No es posible deshacerse de ninguno de ellos.  Las personas que desean menospreciar uno u otro crean una caricatura tenebrosa del cristianismo bíblico real."
 (239-240)



       Dios creó al ser humano como un todo: corazón y mente; físico y espiritual.  Si se separa, se mutila lo único que dentro de toda la creación fue llamado "muy bueno" por parte de su Creador.  Nuestro Padre vio la perfección de unir nuestros sentimientos y nuestra capacidad racional.  No solo eso, Dios se describe como un ser que siente: ama, es celoso, se enoja y entristece.  La Biblia también lo describe como un Dios sabio; que sus pensamientos son más elevados que los nuestros.  Por eso podemos ver en la creación lo elevado y elaborado de su pensamiento al crear seres y sistemas tan complejos, como únicos.  Vemos su diseño y perfección desde las cosas más pequeñas y microscópicas, hasta lo macroscópico.
 
       Dios nos ha dotado de capacidades emocionales y racionales con las que podemos conocerlo y relacionarnos con Él de una manera más completa.  Busquemos a Dios con todo nuestro ser.

       Guillermo Bernáldez

      

No hay comentarios.:

Publicar un comentario