Saludos,
Las iglesias históricas celebran cada 31 de octubre el Día de la Reforma porque ese día en el año de 1517 Martín Lutero cuestionaba, entre otras cosas, la venta de indulgencias y volvía a poner el énfasis en la salvación por gracia; estrictamente hablando, solamente por gracia.
Su atrevimiento no fue tomado a la ligera y fue llamado a una asamblea de los príncipes del Sacro Imperio Romano Germánico en Worms en Alemania, en 1521. Lutero sabía que su vida dependía de la respuesta que diera al jurado. Así que cuando le preguntaron si se retractaba de lo que había dicho y escrito, pidió que se le diera un día para pensarlo. Pasó la noche en vela orando, pensando y preguntándose qué debía hacer. Cumplido el plazo,
se presentó y escuchó nuevamente la pregunta, a lo que contestó:
se presentó y escuchó nuevamente la pregunta, a lo que contestó:
"A menos que esté convencido por la Escritura y la simple razón - no acepto la autoridad de los papas y concilios, porque ellos se han contradicho mutuamente - mi consciencia está cautiva por la Palabra de Dios. No puedo y no voy a retractarme de nada, porque ir en contra de la consciencia no es ni correcto ni seguro. Aquí estoy, no puedo hacerlo de otra manera. Ayúdame Dios. Amen."
Lutero no perdió la vida. Su respuesta llena de valor e integridad ha hecho eco por casi 500 años y sigue siendo de inspiración para muchas personas.
Que nuestras consciencias estén cautivas por la Palabra de Dios para que nuestras palabras y acciones sirvan de inspiración para otras personas.
Guillermo Bernáldez
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