Saludos a todos y a todas,
Me he dado cuenta que ahora que soy padre, me es mucho más fácil caer presa de la avaricia, y de la desconfianza en la provisión de nuestro Padre. En parte me parece una reacción natural porque los padres y madres quieren lo mejor para sus hijos. Pero salgo a la calle y veo a familias con bebés de la edad de Ana, mi hija, y las condiciones precarias en las que ese bebé vive. Muchos nos disculpamos pensando que sus padres han tomado malas decisiones o que son derrochadores, pero en realidad es algo que asumo y no conozco su realidad. La pregunta que ha surgido en varias ocasiones es "¿Cuánto es suficiente y justo delante de Dios?". La respuesta no es fácil.
Craig L. Blomberg trabaja este tema en su libro Neither Poverty nor Riches: a biblical theology of possessions. La editorial CLIE lo publicó con el título Ni Pobrezas, ni Riquezas. Blomberg aborda el tema de las riquezas y posesiones a lo largo de la Biblia. Así recorre los libros históricos, la literatura de sabiduría y profética del AntiguoTestamento. Analiza el contexto histórico intertestamentario y después aborda el Nuevo Testamento, también por secciones: las enseñanzas de Jesús en los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas), La cristiandad temprana (Santiago y Hechos), la vida y las enseñanzas de Pablo, y el resto del Nuevo Testamento. En cada sección hace una evaluación y escribe sus conclusiones. Sin embargo, me limito a un fragmento de sus conclusiones finales.
"... Así que aquí quiero enfocarme principalmente en los niveles de las acciones individuales y eclesiásticas...
Primero, si la riqueza es un bien inherente, los cristianos deberían buscar tenerlo. Si algunos de nosotros tenemos más éxito que la mayoría, nuestro entendimiento de esto es como un don de Dios para todos nos llevará a querer compartirlo con los necesitados, particularmente con aquellos que son, en gran manera, víctimas de circunstancias fuera de su control. Segundo, si la riqueza nos seduce, una buena estrategia para evitar sobrevalorarla es donarla. Tercero, si la buena adminstración es una señal de una vida redimida, entonces los cristianos, por su nueva naturaleza, querrán dar. Con el tiempo, un uso compasivo y generoso de sus recursos será parte integral de sus vidas como cristianos. Cuarto, si ciertos extremos de riqueza y pobreza son inherentemente intolerables, aquellos con ingresos excesivos (...) trabajarán duro para ayudar al menos a algunos de los desesperadamente necesitados en el mundo. Quinto, si la salvación holística [integral] representa el bien más preciado que Dios quiere que todos reciban, entonces nuestra aportación caritativa debe estar dirigida a individuos, iglesias u organizaciones que ministren holísticamente [integralmente], cuidando de los cuerpos, tan bien como de sus almas, que se encarguen de sus circunstancias físicas como de las espirituales."
Me es muy difícil dar, y más si es sacrificialmente. He escuchado a un buen número de
predicadores que hablan del joven rico que se encuentra con Jesús y le dice que él ha cumplido con todos sus mandamientos. Jesús entonces le dice que dé sus posesiones a los pobres. El joven se entristece y se va. (Mateo 19:16-26; Marcos 10:17-27; Lucas 18:18-27) Todos los predicadores que he oído han concluido diciendo que si el joven hubiera accedido alegremente, que entonces Jesús le hubiera devuelto sus posesiones. Esto me ha servido de escudo por mucho tiempo, pero la verdad es que la Biblia nunca dice eso.
Te has preguntado ¿cuánto es suficiente y justo delante de Dios?
GB
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