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agosto 30, 2012

No Quiero Hacer Esta Oración

       Saludos,

la lectura de esta semana ha sido muy desafiante para mí.  Me ha ayudado a darme cuenta qué tanto he racionalizado mis pecados.  Me da miedo orar de la manera en la que sugiere Oswald Chambers en su excelente libro "The Servant as his Lord" (El Siervo como su Maestro).  

       Una lectura definitivamente desafiante para aquellas personas que quieren descubrir, por un lado, lo extremadamente difícil que es vivir en el tipo de santidad que Dios requiere y juzga, y por el otro, la profundidad y extensión de su gracia y amor.  Es posible que uno piense que vive por vivir una vida sin alteraciones o "grandes pecados", uno ya está viviendo conforme a la voluntad de Dios.  ¿Será cierto?

       He escuchado a algunas personas - algunos pastores incluidos - que creen que han logrado vivir una santidad perfecta.  Cuando los he escuchado me pregunto, "entonces, ¿para qué quieren a Jesús?  Ya no lo necesitan."
 Imagino que esta oración les daría una perspectiva más profunda de la pecaminosidad del corazón de las personas.  Que lo disfruten.

       "Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos..." Sal 139:23-24 [sic]

       "Encontrar un persona sincera es mucho más difícil de que uno pudiera suponer.  Nadie, sólo un tonto un alma sincera diría esta oración - 'Examíname, oh Dios, sondéame totalmente hasta lo más profundo, hasta las más íntimo de mis pensamientos e imaginación.  Escrutíname una y otra vez hasta que yo sepa que me conoces tan absolutamente, que pueda ser salvo de mis propios caminos y llevado al tuyo.'  Cualquier persona que hace esta oración, tendrá respuesta. 

       El Salmo 139 establece delante de nosotros la experiencia más profunda de la vida de una persona con Dios.  Es un momento maravilloso en la vida de una persona cuando ella sabe que es explorada por Dios.  La tendencia introspectiva en nosotros que nos hace querer examinarnos a nosotros mismos y conocer lo que fluye de nuestros pensamientos y motiva nuestro corazón toma la forma de una oración con el salmista.  Él habla de Dios como el Creador de un vasto universo fuera de él, de su omnipotencia y omnipresencia, pero él no termina ahí.  Existe algo infinitamente más misterioso para el salmista que el universo fuera de él, y ese es el misterio de su propia alma.  'Existen cimas de montañas en mi alma que no puedo escalar, profundidades oceánicas que no puedo sondear; existen posibilidades dentro que me aterran, por lo tanto, examíname, oh Dios.'  Eso es una intercesión introspectiva. 

       Debemos vivir siendo examinados por Dios, y si quieres saber cómo es el escrutinio de Dios, escucha a Jesús: 'Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos...', y le sigue un escabroso catálogo de cosas que pocos de nosotros conocemos en nuestra vida consciente, y por lo tanto nos sentimos indignados y resentidos por el diagnóstico de Jesús - 'Yo nunca me he sentido como un homicida, o un adúltero, por lo tanto esas cosas no pueden estar en mí.'  Hablar de esta forma es una prueba de qué tan grave es nuestra ignorancia acerca de nosotros mismos.  Si preferimos confiar en nuestra inocencia ignorante que pasar el veredicto del único Maestro del corazón humano que existe, le estamos diciendo que él no sabe de lo que está hablando.  Lo único correcto por hacer es escuchar a Jesús y entonces entregar nuestros corazones a Dios para que los examine y los guarde, y llenos del Espíritu Santo, entonces lo maravilloso es que nunca necesitaremos saber por experiencia la verdad de la revelación de Jesús acerca del corazón humano.  Pero si confiamos en nuestra propia justicia y sabiduría, puede ocurrir una erupción en nuestra vida personal y descubriremos con horror indescriptible que lo que Jesús dijo es aterradoramente verdad.

       ... el apóstol Pablo estuvo en la cruz de Cristo y ahí aprendió un secreto que le hizo decir - 'jamás se me ocurra jactarme de otra cosa sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo' (Ga 6:14), porque es por medio de esa cruz que Jesús puede presentarnos sin mancha ante el trono de Dios...  Ese es el significado de la expiación en lo que se refiere a nuestra experiencia personal; ninguna persona lo hace si no es por la soberana gracia de Dios.  Si no hemos entendido el significado del tremendo aspecto moral de la expiación es porque nunca hemos hecho esa oración ' Examíname, oh Dios'.  ¿Somos lo suficientemente sinceros para pedirle a Dios que nos examine, y lo sinceramente honestos para someternos a lo que arroje tal examen?
(46-50)

       No he podido sacarme de la cabeza esta sección del libro.  Es un gran desafío.  Hay momentos en los que quiero hacer la oración y no puedo... de eso, también tengo que arrepentirme y pedir perdón.  Pero también entiendo el gran amor que Dios tiene por cada uno de nosotros; el amor que tiene por mí, un pecador.


        Jesús dijo que la persona a la que se le perdona mucho, ama mucho como consecuencia (Lc 7:47), por eso te invito a que aunque tu deseo sea hacer caso omiso de la invitación de Chambers, hagas la oración.  Si bien es terrible tener que enfrentar la propia pecaminosidad, hay un gran alivio y gozo en el perdón de nuestro Padre amoroso.

       En la gracia de nuestro Padre, 

Guillermo Bernáldez

agosto 14, 2012

Es por Amor


       Buen día,

desde chico fui a la iglesia.  Muchas veces escuché la palabra "gracia", pero tuvieron que pasar muchos años para que un pastor y amigo hablara consistentemente acerca de la aplicación de la gracia en todas las áreas de la vida.  Fue entonces cuando comprendí la verdadera libertad que tenemos en Jesús.  La cita de hoy es de un libro para las personas que quieren aprender a predicar de Bryan Chapell titulado Christ-Centered Preaching (Predicación Cristo-céntrica).  Me permití editar el texto para que fuera más accesible y menos técnico.  Espero que lo disfruten.
        "La aplicación debe proveer al mismo tiempo la motivación correcta así como la instrucción pertinente.  Sólo es necesario echar un vistazo a los fariseos para recordar que es muy fácil hacer todas las cosas correctas por todas las razones equivocadas y por lo tanto no ser más santos que aquellos cuyo comportamiento es mucho menos moral.  A un amigo mío le gusta decir, 'Hay un deseo del cielo y un temor al infierno que viene directo de Satanás porque no es sino un egoísmo santificado.'  Debemos asegurarnos que las personas que nos escuchan sepan por qué ellos deben prestar atención a poner en práctica las enseñanzas bíblicas. 

       ...  Asegúrate de motivar a los creyentes a través de la gracia y no a través de la culpa.  Si Dios ha librado a su pueblo de la culpa y del poder del pecado, entonces no tenemos el derecho de buscar la santidad colocando a los creyentes bajo el peso del yugo que Jesús ya cargó.  Para muchas personas esto es muy difícil de comunicar porque ellos mismos han sido motivados por la culpa por tanto tiempo que ellos no tienen un concepto real de qué otra cosa podría motivar a las personas a servir a Dios.  De hecho, ellos temen que sin la culpa ellos no tendrían oportunidad de motivar a la obediencia.  


       La alternativa de la culpa es también su remedio: la gracia.  Los creyentes necesitan servir a Dios por gratitud y agradecimiento por la redención que él provee.  Toda la Biblia trabaja para colocar esta gracia delante de nosotros (Lc 24:27; 1Co 2:2),...  Esta exposición a la gracia es necesaria no únicamente porque la gracia de Dios es el fundamento de nuestra fe, sino porque es la única fuente legítima de nuestro servicio (Rm 12:1).  Si servimos a Dios porque creemos que él nos amará menos si no hacemos lo suficiente o nos castigará si no lo hacemos; si creemos que nos bendecirá si le servimos más, entonces no estamos alabando a Dios con nuestras acciones; sólo estamos persiguiendo nuestros propios intereses.  En este caso, el objetivo de nuestras vidas es la promoción personal o la protección personal en lugar de dar la gloria a Dios, y hasta las acciones que aparentan ser actividades morales, son transgresiones al primer mandamiento.  La gracia no cambia las reglas que las Escrituras verdaderamente requieren, sino que hace que la adherencia a ellas una verdadera obediencia.

       La culpa lleva a la persona que no se ha arrepentido a la cruz, sin embargo la gracia debe llevar al creyente a partir de la cruz, de otra manera no se puede servir a Dios.  Una visión Cristo-céntrica mantiene el trabajo redentor de Dios como el centro de todo, como lo es en las Escrituras, con la premisa de que no hay una motivación a vivir en santidad más poderosa que el amor de Dios manifestado en la obra redentora de Cristo.  Cuando el amor motiva, entonces el Señor, sus propósitos, y su gloria son nuestro objetivo.  Sin esto el objetivo de las personas no es mas que su propio ego... nunca hemos dado una buena explicación si no mostramos la gracia que estimule correctamente la respuesta de obediencia de los creyentes." 
(208-109)

       Chapell tiene razón, no es sino hasta que logramos entender lo que implica ser amado por Dios, que envió a su Hijo para morir por cada uno de nosotros, que podemos sentirnos libres para hacer las cosas por amor más que por mera obligación.  La imagen de los fariseos no es atractiva, y no conozco a nadie que le guste identificarse con ellos; al contrario, buscamos distanciarnos de ellos.  Sin embargo, a veces nos parecemos más a ellos de lo que nos gusta admitir.  Ellos, como nosotros, tratamos de escudriñar las escrituras y seguirlas al pie de la letra.  El problema con ellos es que su motivación no era el amor, ni a Dios ni al prójimo, sino el propio.


       Cuando invitamos a otras personas a seguir a Jesús, o cuando lo hacemos nosotros mismos ¿qué nos motiva?  La gracia es la respuesta correcta, porque la gracia nos hace ver el amor de Dios y nos hace responder por amor y en amor a Dios.

       En el amor y la gracia de nuestro Padre

Guillermo Bernáldez