Infinitamente más Fácil

       Saludos,

hace tiempo leí que algunas personas leen biografías de grandes hombres y mujeres que han servido a Cristo.  Esto les permite tener una perspectiva más acertada de ellos mismos y como consecuencia pueden mostrarse humildes.  

       Por esa razón decidí leer Letters & Papers from Prison (Cartas y Documentos desde la Prisión) de Dietrich Bonhoeffer, una de las personas que más admiro.  Como lo he mencionado antes, Bonhoeffer se opuso al gobierno nazi liderado por Adolfo Hitler; fundó la Iglesia Confesante, que se apegó a las enseñanzas bíblicas y de esta manera también se opuso a las enseñanzas de las iglesias alemanas que habían apoyado a Hitler; y por participar en un atentado (fallido) contra Hitler terminó en la cárcel.  Pocos días antes de que la segunda guerra mundial terminara, fue sentenciado a muerte. 

       El libro comienza con algunos artículos que Bonhoeffer escribió pocos días antes de ser encarcelado en 1943.  Puedo imaginar que no los escribió para este libro, ya que él nunca supo que sus cartas y documentos llegarían a ser un libro.  Comparto con ustedes un pensamiento muy breve y muy profundo.  Que lo disfruten.

Del Sufrimiento

        "Es infinitamente más fácil sufrir en obediencia a una orden humana que en la libertad y responsabilidad de uno mismo.  Es infinitamente más fácil sufrir públicamente y honorablemente que apartado y en la ignominia.  Es infinitamente más fácil sufrir por el replanteo de la vida que sufrir espiritualmente.  Cristo sufrió como un hombre libre solo, separado y en la ignominia, en cuerpo y en espíritu; y desde entonces muchos cristianos han sufrido con Él."

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       Bonhoeffer sabía del sufrimiento.  Aún no lo sabía, pero moriría en manos de sus captores.  Él no lo había planeado así, nunca llegaría a casarse con su prometida.  En todo momento mostró enteresa - sus cartas lo demuestran.  Con todo esto, Bonhoeffer supo que la muerte de nuestro Señor Jesús fue mucho más difícil.  

        Jesús eligió morir por nosotros por el gran amor que nos tiene y con eso pagó la deuda que cada uno de nosotros teníamos con el Padre.  Su muerte ignominiosa fue y sigue siendo un regalo.  Su sufrimiento en cuerpo y en espíritu son innegables a través de los evangelios.  Y todo fue por amor: por amor por ti y por mí.  Si el Espíritu ha tocado a tu puerta, no lo rechaces. 

          Guillermo Bernáldez