Saludos y buen principio de año,
el pensamiento de hoy se encuentra en el libro Generation Ex-Christian (Generación Ex-cristiana) de Drew Dyck. El libro es acerca de las personas, especialmente los jóvenes que después de haber crecido en hogares de familias creyentes, se han alejado por distintas razones. Me parece que el libro es una herramienta útil para poder entablar relaciones trascendentes con ellos y entender sus puntos de vista.
La sección que he seleccionado se encuentra al final del libro (sé que se cuentan los finales, pero me parece que esta ocasión es válido y apropiado). En el libro hace referencia a Andrew Palau, hijo del reconocido evangelista Luis Palau, quien en algún punto de su vida decide abandonar la iglesia y su fe.
El pensamiento tiene dos partes, la primera resalta la importancia de mantener una relación honesta, aunque a veces incómoda, con las personas; la segunda es la importancia de la oración de intercesión. Debemos entender que no existe una "fórmula mágica" ya que Dios nos sorprende con frecuencia debido a las diferentes formas en las que trabaja y transforma vidas. Espero que lo disfruten.
RELACIONES
Claro que las relaciones entre cristianos y ex-cristianos son bastante difíciles. Los conflictos son inevitables. Es fácil perder el ánimo, especialmente cuando los ex-cristianos parecen ser tan hostiles hacia la fe. Pero anímate. Los que parecen que más se resisten a Dios pueden ser lo que más probablemente vuelvan a casa. Con frecuencia se dice que lo opuesto del amor no es odio, sino indiferencia. Las reacciones emocionales hacia Dios, aún las negativas, son signos de vida. Con frecuencia aquellos quienes parecen estar más allá de la gracia de Dios, son aquellos quienes son más propensos a regresar.
ORACIÓN
Cuando Andrew Palau finalmente rindió su vida a Dios, él tuvo una impresión única. Él la describe como una voz en su cabeza: ¿Te das cuenta cuántas oraciones ascendieron para que esto fuera posible? Hubo docenas, quizá cientos de cristianos quienes fielmente pedían a Dios para que él volviera. Cuando llegó el momento de rendirse, Dios le hizo ver el crucial papel que las oraciones jugaron.
Es imposible exagerar la importancia de la oración. Estoy convencido de que el mejor obsequio que podemos dar a nuestros amados que se han alejado es pasar tiempo delante de Dios intercediendo por ellos. Suplicar, divagar, llorar, sentirse enojado - pero no te detengas. Podemos estar seguros que cuando oramos por los que se desvían, estamos orando de acuerdo a la voluntad de Dios. Nuestro deseo de verlos de regreso no es nada comparado con el deseo de Dios de verlos de vuelta.
En la introducción de este libro describí el famoso cuadro que muestra a un pastor estirándose en un desfiladero para rescatar su oveja perdida. Pensé si habría alguna imagen que mostrara de mejor manera el deseo de Dios de ver a sus ovejas perdidas volver.
Ahora se me ocurre que existe una imagen mejor. También es de un Pastor, no se encuentra en un desfiladero, sino en una cruz. Sus brazos se estiran, no sobre el desfiladero, sino a lo largo de una cruda cruz. Es aquí donde el Buen Pastor hace su apelación más apasionado, aún a aquellos que lo rechazan. No es demasiado tarde para volver, es lo que parece decir. Mis brazos siguen abiertos. La oferta está en pie. ¡Ven a casa!"
pp. 184-185
Creo que todos podemos decir que conocemos algún amigo o familiar que ha abandonado su fe. Es una experiencia fuerte y dolorosa porque conocemos las consecuencias de ello. Este es un llamado a perseverar manteniéndonos en contacto e intercediendo por ellos. Es una forma de mostrar nuestro amor por las personas y por nuestro Padre celestial.
Jesús ama a la humanidad y no quiere que nadie se pierda, la única condición es reconocerlo como el único que puede mediar entre Dios y los hombres; que es un regalo inmerecido.
Perseverando en el camino
Guillermo Bernáldez F.