Buen día,
A veces se nos olvida a los seguidores de Jesús que los sufrimientos y las circunstancias por las que atravesamos no son nuestra "realidad última". Es decir, que eso no es todo para nosotros - que tenemos una esperanza segura. Eugene Peterson en su libro The Contemplative Pastor (El Pastor Contemplativo) lo llama una actitud apocalíptica.
Sin duda esta palabra nos puede sonar ambigua o exagerada por la gran cantidad de personas que personas que han anunciado el fin del mundo - y siempre de forma errada. Pero eso no debe ser motivo para que la olvidemos, porque esa es nuestra verdadera esperanza: el regreso de Jesús. Esa esperanza está basada en su promesa y como no sabemos cuándo será, lo mejor que podemos hacer es estar preparados en esta sociedad occidental que se ha vuelto perezosa y hasta cínica en cuanto a sus convicciones religiosas.
Aunque el libro está escrito para pastores, me pareció que si bien ellos tienen una responsabilidad especial, ésta no es exclusiva para ellos. Todas las personas seguidoras de Jesús compartimos la responsabilidad y la esperanza. Espero, que como yo, lo encuentren interesante y desafiante.
"... Los primeros cristianos de la iglesia creyeron que la resurrección de Jesús había inaugurado una nueva etapa. De hecho ellos estaban - a pesar de todas las apariencias - viviendo en el reino de Dios, un reino de verdad y sanidad y gracia. Todo esto estaba presente, aunque era invisible para los ojos incrédulos, e inaudible para oídos incrédulos.
Los pastores son las personas in las comunidades de la iglesia que repiten e insisten en estas realidades a pesar de las apariencias del mundo, por lo tanto deben ser apocalípticos. La definición del diccionario de apocalipsis es simplemente 'revelación', remover lo que cubre para poder ver lo que está cubierto. Pero el contexto en el que llega esta palabra, da color a la descripción en blanco y negro del diccionario, colores brillantes y oscuros - urgente carmesí y crisis púrpura. Bajo la crisis de la persecución y bajo la urgencia de un fin inminente, la realidad es revelada súbitamente como lo que es. Habíamos supuesto que nuestras vidas eran tan ordinarias. Nuestros hábitos pecaminosos entorpecen nuestra fe libre y la vuelven un moralismo denso y pesado y un aburrimiento respetable; entonces la crisis rompe el lustre del cliché de las rutinas diarias y revela los esplendores y los terrores del cielo y el infierno unos junto a los otros. El apocalipsis es incendiario - secretamente enciende un fuego en la imaginación que quema la grasa de una cultura religiosa obesa y muestra claramente el amor del evangelio, un evangelio puro de esperanza, una fe del evangelio purgada.
He sido pastor por treinta años... y la gente hace su mejor esfuerzo para blindarse contra la crisis y la urgencia. ¿Existe alguna forma en que la que pueda vivir con estas personas y amarlas sin ser moldeado por esta cultura de vacas doradas? ¿Cómo puedo evitar ser comprado por un cheque salarial y beneficios de un cajero en una tienda de consumidores de religión? ¿Cómo puedo evitar metamorfosear una vocación santa de pastor por una prometedora carrera de ventas religiosas?
Aquí hay una forma: someter mi imaginación a la revelación de San Juan - la crisis del Fin combinada con las urgencias de Dios - y permitir que las urgencias de lo apocalíptico me definan y me moldeen."